Perspectivas para los commodities mineros: Cobre, con un horizonte que recobra su atractivo

Señales de optimismo y mejores expectativas se desprenden de los análisis realizados por expertos para el cobre, oro, hierro y litio. En el caso del metal rojo, se prevé que China continuará con una demanda constante. El litio, en tanto, recibiría un gran impulso de la electromovilidad, pero el ingreso de mayor oferta impactaría los precios futuros.

Perspectivas más favorables rodean el horizonte de los principales commodities mineros, especialmente para el cobre, según la mirada de analistas que siguen sus comportamientos. En el caso del metal rojo, las opiniones recogidas por MINERÍA CHILENA coinciden en una mirada de optimismo en este mercado, debido a la recuperación que están experimentado las mayores economías mundiales.

Al mismo tiempo, proyectan un déficit de cobre refinado para este año, advirtiendo que el sector mira con cautela los procesos de negociación colectiva que vienen realizando –y continuarán durante este ejercicio– importantes faenas en Chile y Perú.

En cuanto a la oferta de cobre, algunas visiones apuntan a que ésta se mantendrá desafiada por el deterioro en las variables mineras, mayores restricciones ambientales y un lento incremento de la producción.

Y en el caso de China –importante productor pero también mayor comprador global–, los análisis proyectan que la importación del metal rojo mostrará una tendencia al alza.

Las perspectivas positivas para el mediano y largo plazo también incluyen al oro, donde la demanda impulsada por la joyería y el uso financiero arroja auspiciosas proyecciones a la par con el crecimiento de la economía global. Como contraparte, los analistas destacan que la producción de este metal precioso se ha estancado en los últimos años, después de una importante expansión entre 2010 y 2015.

El litio, en tanto, registraría una mayor producción por parte de los productores actuales. Según los expertos, la electromovilidad y la expansión de las cuotas de producción en el Salar de Atacama son los dos elementos que están generando un impulso en el volumen del mineral que ingresará al mercado.

Con respecto al hierro, se espera que la oferta mundial crezca de forma moderada y que las importaciones de China se mantengan estables. Sin embargo, al igual que durante el año pasado, los precios seguirían siendo volátiles.

Cobre: mercado balanceado

 

De acuerdo al análisis de Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de Plusmining, el mercado del cobre seguirbalanceado en 2018, toda vez que la oferta se encuentra altamente desafiada por el decaimiento de variables mineras (menores leyes, por ejemplo) y riesgos de disrupción en Chile, mayores restricciones ambientales en China, y el lento incremento de nueva producción.

Para el experto, la demanda seguirá sólida “a pesar de expectativas de un leve decaimiento de la actividad industrial global en China, gracias a una mayor actividad en sectores manufactureros específicos de alto consumo de cobre en ese país y las perspectivas favorables para las economías EMDE (Emerging Markets and Developing Economies), así como para los principales consumidores de cobre”.

Además de lo anterior, Guajardo agrega como otro factor, que las expectativas de “un dólar más débil, junto con un notorio aumento en los costos productivos, provocarán una  presión alcista a los precios de los commodities”.

En este contexto, la socia líder global Cobre de KPMG, Maritza Araneda, plantea que existen suficientes proyectos para satisfacer la demanda en el corto y mediano plazo, pero no para el largo, si las actuales estimaciones sobre demanda siguen en pie. “La baja inversión en Capex y limitada inversión en el sector desde la crisis financiera de 2007-2008 ha restringido la habilidad del mercado para aumentar la producción/suministro hasta 2020”, puntualiza.

La experta añade que la Asociación Internacional del Cobre (ICA por sus siglas en ingles) ha estimado que la demanda por el metal rojo “crecería sustantivamente para 2027, debido al aumento de la producción de vehículos eléctricos”.

Consultado sobre si el escenario actual permite aventurar una reactivación de nuevos proyectos, Pablo Arancibia, senior manager de Advisory de PwC, responde que “la mirada es siempre positiva en un escenario de precios convenientes y demanda saludable, pero la industria ha aprendido las lecciones experimentadas durante la última década; y la disciplina exigida por los stakeholders hace que potenciales reactivaciones sean sometidas a niveles de escrutinio y rigor muy superiores a las aplicadas en el pasado. De todos modos, se espera un aumento atractivo en la cartera de proyectos en los años venideros, tanto en minería privada como estatal, aunque de perfil brownfield”.

¿Cómo se encuentra nuestro país en comparación a otros mercados, como polo atractivo para que se reactiven dichos proyectos?  Juan Carlos Guajardo, de Plusmining, opina que Chile “sigue siendo (un destino) positivo, ayudado también por la dificultad de otros países para generar marcos estables y atractivos, de manera consistente. La cartera de proyectos de Chile continúa siendo la mayor del mundo en cobre, aunque en su mayoría estén ligados a expansiones (a diferencia de Perú, que pese a tener un menor portafolio, se concentra más en nuevos yacimientos). También se ve favorecido por un mayor desarrollo en la infraestructura ligada a la logística que favorece al desarrollo de esta actividad”.

En relación con China –principal demandante del metal rojo a nivel mundial, con el 45% del consumo–, la experta Maritza Araneda recuerda que el gigante asiático “ha confirmado que espera lograr un crecimiento de 6,3% en 2018 y 2019”, y que de acuerdo a índices como el de Gestores de Compra (PMI, por sus siglas en inglés) “la demanda de cobre de este país seguirá siendo constante”.

Christian Durán, socio líder de Energy and Resources de Deloitte, reflexiona que China “sigue creciendo, pese a que había bastantes temores con respecto a cómo iba a pasar de un mercado más transparente a otro más regulado, y que no se cayera en el intertanto, porque había muchas cosas que no estaban muy claras. Sin embargo, el año pasado se esperaba que China creciera  6,5% y cerró con una cifra cercana al 6,9%. Esto ha generado una mayor demanda de mineral para el consumo interno”.

Oro: perspectivas positivas

 

Como la demanda de oro está impulsada principalmente por su uso en joyería y en el ámbito financiero (80% de la demanda total), las perspectivas de estos sectores serán fundamentales, explica Juan Carlos Guajardo.

Según el experto, en cuanto al primer mercado, “se espera un desempeño saludable en la demanda de joyas, debido a las positivas proyecciones para la economía global. Un crecimiento del PIB mundial mayor y sincronizado aumentará el ingreso disponible de manera generalizada, lo cual incentivará un mayor consumo de productos de lujo, como las joyas, y de alta tecnología, como smartphones y otros dispositivos electrónicos que requieren oro. Esto será especialmente cierto en China, que es el mayor demandante de oro a través de productos de joyería en el mundo, ya que se espera que el país asiático siga creciendo a tasas elevadas durante los próximos años”.

Pablo Arancibia, de PwC, asegura que el dinamismo de China, como mayor consumidor global de oro, ha sido mejor de lo que las expectativas señalaban hace un año y medio, lo que “envía señales muy optimistas respecto a la demanda para el futuro próximo. India,  por su parte (otro de los grandes consumidores), se está recuperando de los efectos de la crisis de efectivo de 2016 y su mercado interno está cada vez más alineado con los nuevos impuestos implementados en 2017. Los niveles incrementales de transparencia y trazabilidad para las transacciones en oro en India, si bien afectan la demanda del mayor productor global de joyería, tienen un efecto positivo en el nivel de precios. En otro frente, la potencial disminución del impuesto a las barras de oro en Rusia también se mira con buenos ojos por parte del mercado”, subraya.

Hierro: precios volátiles

 

Un mercado en fase de volatilidad caracteriza lo que ocurre actualmente con el mineral de hierro, de acuerdo al análisis de los especialistas consultados por MINERÍA CHILENA.

Diego Reyes, gerente de Consultoría para la industria de Minería y Energía de EY, sostiene: “Me atrevería a argumentar que el mercado (del hierro) se encuentra en una fase de volatilidad, derivada del exceso de oferta y de la incertidumbre sobre el impacto de las restricciones de producción y por contaminación en las industrias de metales de China”.

Sobre el crecimiento de la producción, señala que las expectativas apuntan a un promedio entre 2% y 3% anual, “como resultado de la sustitución de la oferta doméstica por hierro de China, principalmente (por importaciones) de Australia y Brasil”.

Opinión similar manifiesta Ricardo Marques, socio director de Metales y Minería de KPMG Brasil, quien añade que para 2018 “se espera que los precios sigan siendo volátiles, ya que dependen del ritmo y la magnitud de la disminución de la producción siderúrgica china, la cual depende en gran medida de la política gubernamental. En este contexto, un 62% del Índice de Mineral de Hierro fue cotizado a US$70,09 el 9 de marzo pasado (Boletín Metálico), pero se espera que disminuya gradualmente durante el tercer y cuarto trimestre”.

En cuanto a las perspectivas de mediano y largo plazo, Marques comenta “que durante los próximos años se prevé que la oferta mundial de mineral de hierro aumente ligeramente hasta 2021, como resultado del continuo crecimiento de los suministros procedentes de América del Sur, Australia y otras regiones de Asia. La oferta de Sudamérica aumentaría a tasas más altas, impulsada por el proyecto S11D de Vale y el desarrollo de la faena Minas-Río”.

Litio: un gran impulso

 

El diagnóstico que comparten los analistas consultados por MINERÍA CHILENA en cuanto al litio da cuenta de que existen dos elementos que están generando un gran impulso en este mercado: la electromovilidad y la expansión de cuotas de producción en el Salar de Atacama.

Para Juan Ignacio Guzmán, gerente general de GEM y profesor de las universidades Católica y de Chile, “ambas tienen implicancias locales y globales, pues el aumento de la demanda producto de la electromovilidad ha prácticamente triplicado el precio del carbonato de litio, y la expansión del Salar de Atacama es la única fuerza capaz de contrarrestar en el mediano-largo plazo el enorme crecimiento de la demanda”.

Daniela Desormeaux, gerente general de SignumBox Inteligencia de Mercados, hace ver que el litio enfrenta un “escenario de altas expectativas, debido a la electrificación del transporte. Nuestras estimaciones apuntan a un crecimiento de la demanda en un escenario base de entre un 10% y 12% promedio por año. Estas positivas perspectivas han incentivado fuertemente la actividad de exploración en países como Argentina, Australia, Canadá y Estados Unidos”.

Según la experta, “este año esperamos una mayor oferta por parte de los productores actuales, así como también algunos proyectos nuevos. Creemos que los precios se mantendrían en los niveles actuales y quizás para 2019, con la entrada de mayor producción, podamos ver un leve retroceso en éstos”.

En esta línea, cabe recordar que en febrero pasado el banco de inversiones Morgan Stanley remeció al sector con un informe en que advertía que 2018 será “el último año de déficit en el mercado global de litio”, y que el aumento de producción de bajo costo en Chile pondrá presión a los precios a futuro.

Respecto al escenario local, Juan Ignacio Guzmán estima que tras los acuerdos suscritos con Corfo, tanto SQM como Albemarle “buscarán expandir su producción y así aprovechar el mejor precio del carbonato de litio”. Y añade que “aunque no hay dudas de que el Salar de Atacama es el depósito de litio más económico del mundo, el desafío para aumentar de forma significativa la capacidad de producción –una vez que se agote la posibilidad de no seguir reinyectando salmueras por parte de SQM, la que por sí sola tiene el poder de generar un aumento considerable de producción–, pareciera ser de carácter más ambiental que económico”, concluye.

Proyecciones de precios

 

Los analistas y expertos consultados por MINERÍA CHILENA entregaron sus estimaciones de precios para el cobre, hierro, oro y litio.

 Cobre

Juan Carlos Guajardo (Plusmining):

“Se espera que el precio en los siguientes tres meses (a partir de marzo) se mantenga en el rango de los US$3,20 la libra, con una expectativa de precio promedio para 2018 de US$3,35”.

Maritza Araneda (KPMG):

“Mi expectativa es que en 2018 la cotización del cobre anotará un promedio de US$3,15 la libra. Los aumentos de precios que hemos visto al inicio del año deberían comenzar a ser más pronunciados y sostenidos en 2019, superando US$3,35 la libra”.

Diego Reyes (EY):

“La expectativa es que el precio promedio del metal para este año fluctúe entre US$3,0- US$3,1 la libra”.

Oro:

Juan Carlos Guajardo (Plusmining):

Nuestras proyecciones para el precio del oro en 2018 son positivas. Esperamos que se mantenga en los altos niveles que se han visto en meses recientes, por sobre los 1.300 US$/ozt. En 2017 el precio promedio del oro llegó a 1.257 US$/ozt; para 2018 esperamos un precio promedio de alrededor de 1.350 US$/ozt.

Hierro

Diego Reyes (EY):

Para 2018 la expectativa es que el precio del hierro experimente una baja que de acuerdo al Banco Mundial, podría llegar a un 10%, situando el hierro (fino) transado en China en unos US$56 por tonelada. Sin embargo, los precios se estabilizarían en los primeros tres trimestres de 2019”.

Ricardo Marques (KPMG Brasil):

“Los precios estimados para los próximos cuatro años, según Thomson Research (basados en proyecciones promedio de los analistas, incluyendo Credit Suisse, Morgan Stanley y J. P. Morgan), podrían presentarse de la siguiente manera: US$59,2/ton en 2018; US$58,6/ton en 2019; US$58,6/ton en 2020 y US$62,7/ton en 2021”.

Litio:

Juan Ignacio Guzmán (GEM):

“En 2018 el precio del carbonato de litio podría mantenerse en torno a US$13.000 la tonelada, mientras que en 2019 debiera caer a aproximadamente US$10.000 la tonelada. En el largo plazo los precios debieran ser sustancialmente menores (entre US$5.500 y US$7.500 la tonelada), debido a la oferta potencial disponible en el mercado”.

Fuente: Minería Chilena

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