A fines de 2015 aportarán una potencia de 75 Mw
Impsa inició en agosto las obras civiles del parque Malaspina I, en Chubut. Y antes de fin de año espera lanzar los trabajos en Koluel Kaike I, en Santa Cruz. La empresa consiguió créditos del Banco Nación, el BICE y la CAF.
Aunque más lento de lo que quisiera el Gobierno, de a poco empiezan a materializarse proyectos eólicos que fueron anunciados hace ya tres años en el marco del Genren, el programa oficial para incentivar la inversión en energías renovables. A principios de 2012, los primeros parques en operación fueron Rawson I y II, propiedad de Emgasud –la compañía de Alejandro Ivanessivich–, que hoy aportan 80 megawatts (Mw) de potencia al sistema eléctrico.
Ahora, Impsa –el buque insignia del grupo Pescarmona– destrabó el financiamiento para lanzar la construcción de otras dos granjas eólicas en la Patagonia. El más avanzado es Malaspina I,
ubicado en Chubut, donde ya comenzaron las obras civiles para instalar cerca de 30 aerogeneradores para producir
50 Mw. “El proyecto se solventará con equity de la empresa más el financiamiento aportado por el Banco Nación y el BICE”, explicó un encumbrado directivo de Impsa a El Inversor Energético & Minero.
La iniciativa demandará alrededor de u$s 120 millones. Impsa está terminando los estudios de ingeniería del parque e Impsa –el único fabricante local de molinos eólicos con presencia internacional– ya lanzó la construcción de los equipos en su planta de Mendoza. El proyecto debería entrar en funcionamiento a fines de 2015.
A su vez, la compañía –que también compite en el mercado de turbinas hidroeléctricas– está terminando de cerrar la ingeniería financiera para instalar el parque Koluel Kaike I, en Santa Cruz, con una potencia de 50 Mw.
“En ese caso, el dinero provendrá de créditos del BICE y de la CAF”, explicó el directivo de Impsa.
La estrategia de la compañía de origen mendocino es, en rigor, más ambiciosa. Apunta a la construcción de cuatro parques eólicos, ya que prevé el año que viene comenzar a construir la ampliación de ambos proyectos, con Malaspina II y Koluel Kaike II, que generarán en conjunto una potencia adicional de 55 Mw. “Son emprendimientos que, en total, movilizarán inversiones por alrededor de
u$s 400 millones”, señalaron desde la empresa.
Despegue imperfecto
En junio se cumplieron tres años desde la adjudicación de los proyectos de energía renovable en el marco del Genren, el programa oficial diseñado por el Gobierno para incentivar la inversión en fuentes alternativas de generación eléctrica. Se trata de un objetivo fundamental si se tiene en cuenta la alta dependencia hidrocarburífera de la matriz energética: el gas explica un 51% de la energía primaria que se usa en el país, y el petróleo, un 38%. Es decir, entre los dos se llevan casi un 90%.
La iniciativa adjudicó la construcción de 895 Mw eléctricos provenientes de parques eólicos, plantas fotovoltaicas, biocombustibles y pequeños aprovechamientos hidroeléctricos. Y está en línea con la Ley 26.190, que exige que en 2016 un 8% de la energía eléctrica sea generada a partir de fuentes renovables.
Sin embargo, tres años después de la luz verde inicial, apenas se concretó un 10% de los proyectos anunciados. Una cifra magra: sólo 80 de los 895 Mw previstos.
A la hora de explicar las razones que dan cuenta del escaso despegue de las iniciativas renovables, los analistas señalan un combo conformado por el escaso financiamiento externo que existe en el país, los bajos precios de la energía en el mercado doméstico y la frágil confianza que genera entre los inversores la figura de Enarsa como garante en última instancia de los proyectos. ›|‹
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Corredor eólico
La mayor parte de las obras promovidas en el Genren por el programa pertenecen al campo de la energía eólica. Es porque la Argentina dispone de corrientes de viento de gran velocidad, que pueden ser aprovechadas por granjas de aerogeneradores para producir electricidad. En la Patagonia se registran corredores eólicos de más de 9 metros por segundo (m/s), entre los más veloces del planeta. Por eso, Enarsa –a cargo del Genren– adjudicó la construcción de 17 parques por 754 Mw de electricidad, de los cuales 15 están radicados en Santa Cruz y Chubut.