La reducción de los subsidios a la energía,uno de los principales objetivos de la Casa Rosada para este año, según explicaron en varias ocasiones el jefe de Gabinete,Jorge Capitanich, y el ministro de Economía,Axel Kicillof, va camino a convertirse en una quimera para el Gobierno.
Pese a que en marzo la presidentaCristina Kirchnerasumió por primera vez en una década el costo político de aumentar las tarifas de agua y gas para comenzar a disminuir el lastre de las subvenciones sobre las cuentas públicas, las cifras de ejecución presupuestaria indican que, hasta ahora, se trata de un intento estéril.
En cuatro meses se gastaron21.803 millones de pesos en subsidios a la electricidad,más del 63% de los $ 34.393 millones que contempla el presupuesto de este año para atender los subsidios del Estado en ese rubro. Se trata de un ritmo de gasto altísimo, por encima de partidas destinadas a mantener a flote a Aerolíneas Argentinas o a evitar mayores subas en los boletos de colectivos y trenes. Si se siguiera una pauta cronológica, el uso de los subsidios a la energía, los más onerosos para el Gobierno, debería rondar a estas alturas el 30% del presupuesto anual.
En gas, las cosas no parecen marchar distinto, ya que hasta marzo el gasto en importaciones subió 12% en dólares, según publicó La Nación.
Si bien no hay un programa específico que discrimine los subsidios en ese rubro, los últimos datos disponibles indican que Enarsa, la compañía estatal de energía, pagó hasta marzo 579,61 millones de dólares en compras de gas natural licuado (LNG, según sus siglas en inglés), que llega por barco a los puertos de Escobar y de Bahía Blanca, por encima, en moneda dura, de lo que había gastado por el mismo concepto en los primeros tres meses de 2013.
Si bien el Gobierno puso en marcha un aumento en la tarifa de gas de hasta 500%, con la intención de reducir los subsidios (contempla subas escalonadas hasta agosto para quienes no ahorren al menos un 5% de su consumo, pero el impacto final sobre la factura será menor, debido a que contempla otros ítems), de esa manera sólo se afectará una porción muy menor de los $ 81.405 millones que se gastaron el año pasado en transferencias al sector energético.