El Gobierno lanzó la semana pasada la segunda convocatoria para las petroleras interesadas en importar petróleo bajo el esquema de subsidios creado a principios de año. El llamado de la Secretaría de Energía a las empresas se concretó el 1° de septiembre y contempla, en rigor, las compras de crudo liviano para el último trimestre de 2014 (desde octubre hasta enero del año que viene).
Las refinadoras que quieran participar del proceso –en la primera convocatoria se inscribieron YPF, Axion energy (ex Esso) y Oil, de empresario Cristóbal López- deberán presentar sus propuestas en la cartera que dirige Mariana Matranga. Según explicaron a El Inversor Online allegados a la iniciativa oficial, no existe un plazo específico para que los privados cumplan con los requerimientos de Energía. “Estamos empezando las conversaciones con cada petrolera para conocer su necesidad de crudo”, señalaron.
El Gobierno estableció en enero –por medio de la resolución 1 de la Comisión de Planificación de Inversiones Hidrocarburíferas- un sistema especial para subsidiar la compra de petróleo en el exterior para las refinerías locales con el objetivo de reducir la importación de derivados ya destilados como las naftas, el gasoil y el fuel oil, mucho más caros.
La primera importación subsidiada de crudo liviano –el de mejor rendimiento en las refinadoras locales- la realizó en mayo YPF por cuenta y orden de Enarsa. La empresa estatal de energía pagó por cada barril de crudo importado desde Nigeria alrededor de U$S 115 (incluido los costos de flete) y lo revendió a las petroleras locales a 82 dólares. La diferencia computó como subsidio del Tesoro.
En el primer cargamento se trajeron 151.000 metros cúbicos (m3) de crudo desde Nigeria -conocido como Bonny Light-, con este detalle: YPF se quedó 75.774 m3 de petróleo; Oil, con 56.844 m3, y Axion, con 18.944 m3,, según datos oficiales de la Secretaría de Energía.
Lo curioso es que la segunda convocatoria para importar llega en un momento en que –como consecuencia de la recesión económica- la demanda de combustibles en surtidores está amesetada, con tendencia a la baja. En julio, por ejemplo, el consumo de naftas –el producto más utilizado por los automovilistas- cayó un 6,5% contra el mismo mes de 2013.