El sindicato del Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa, que conduce Guillermo Pereyra, flamante senador nacional y número dos de la CGT de Hugo Moyano, intentará definir esta semana con la cámara que agrupa a las empresas petroleras un incremento salarial anual del 25% con la inclusión de una garantía de revisión del aumento si queda licuado frente a la inflación. Pereyra indicó que la propuesta en discusión con la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH) contempla una suba del 25%, que sería en dos tramos, y la creación de una comisión de monitoreo integrada por dos representantes de cada parte, que se reuniría en forma automática si la inflación supera el incremento salarial acordado.
«Es que hoy nadie puede saber cuánto hay que pedir porque en solo tres meses estamos con una inflación del 11%. De arranque entramos perdiendo y no podemos hipotecar el salario a futuro», indicó el sindicalista en diálogo con El Cronista. Y agregó: Las empresas comparten este esquema, que es lo que quiere también el Gobierno y entre líneas lo está diciendo, pero tendríamos una garantía ante la inflación.
En paralelo a la definición de la paritaria petrolera, que podría sellarse el jueves en un encuentro entre el gremio y los directivos de la CEPH, Pereyra reclama un pronunciamiento del Ministerio de Trabajo frente al reclamo del pago del diferencial zonal para los petroleros de su región, un adicional que ya fue establecido en el caso de los operarios de Chubut y Santa Cruz y que representa una mejora del 22% sobre todos los rubros del salario de la actividad. El adjunto de Moyano en la CGT disidente explicó que la negociación con las empresas por ese diferencial culminó sin acuerdo, por lo que la cartera laboral debe laudar para resolver el conflicto.