El acuerdo suscripto entre Petrominera y CAPSA, al que se arribó con el aval del gobernador Mario Das Neves en Rawson, es de carácter extraordinario y transitorio hasta tanto se realice el llamado a licitación para la operación del área Bella Vista Oeste, en la Cuenca del Golfo San Jorge.
El mismo contempla la reparación, puesta en marcha y en valor del área operada por Sinopec, lo que demandará una inversión total cercana a los 50 millones de pesos.
Garantiza también la continuidad laboral de los trabajadores que prestaban servicio para la operación del yacimiento, el cual se encuentra inactivo desde el 29 de marzo pasado, a causa de la catástrofe climatológica que afectó gravemente la región.
El presidente de Petrominera, Jorge Ávila, explicó que se trata de una medida excepcional en base al decreto 1572/16 del Poder Ejecutivo Provincial y la Ley Nacional N°27355 que declara «Zona de Desastre y Emergencia Hídrica, Económica, Productiva y Social» al Departamento de Escalante en Chubut, por un plazo de seis meses -extensible a un año-, mientras continúa el proceso de reversión del área y en paralelo se avanza con el proceso licitatorio.
«Es un pequeño paso para que la gente pueda mantener su puesto de trabajo y se reactive el yacimiento, que es lo primordial», indicó Ávila y valoró la confianza que Capsa deposita en Chubut, «al animarse a invertir en la Cuenca en este momento de crisis».
Señaló que el panorama petrolero que se presenta para la región «es difícil», sin embargo remarcó que «Chubut es la única provincia que mantiene más de 50 equipos en actividad», en virtud del trabajo que «realizan los sindicatos, los trabajadores, el gobierno provincial y la Municipalidad de Comodoro para mantener la paz social».
El área Bella Vista Oeste se extiende en la Cuenca del Golfo San Jorge a 28 kilómetros de la ciudad de Comodoro Rivadavia. Ocupa una superficie total de 218 Km2, cercana al yacimiento Diadema, el cual es operado por Capsa.
Cuenta con 222 pozos perforados, de los cuales 38 estaban activos y el año pasado producía alrededor de 120 m3/día de crudo.
El intempestivo abandono por parte de de la empresa de capitales chinos se dio el 30 de abril tras el temporal que deterioró seriamente el yacimiento, dejándolo inactivo, con caminos intransitables, ductos e instalaciones dañados.
Se estima que la puesta en marcha del yacimiento demandará unos 50 millones de pesos. Petrominera supervisará y evaluará la evolución de la inversión. Además de la recuperación de los sistemas de comunicación, locaciones, ductos y líneas eléctricas, se requiere un análisis de la integridad de las instalaciones, tanto de superficie como las de subsuelo, así como un detalle fehaciente sobre las variables de reservorios, producción e inyección, entre otros aspectos operativos.
Personal de Petrominera y de Capsa ya se encuentran relevando in situ el estado general del yacimiento.