IMPSA. Luego de 50 años bajo la conducción de Enrique Pescarmona
El Grupo Pescarmona se quedó con sólo un 35% de las acciones de la firma de origen mendocino. El 65% restante estará a cargo del Banco Nación, el Banco de Inversión y Comercio Exterior, el Banco Interamericano de Desarrollo y la gestora de fondos Moneda.
En el marco de la última asamblea de accionistas de Industrias Metalúrgicas Pescarmona (IMPSA) quedó determinado que un 65% del paquete accionario de la empresa de tecnología industrial para la generación de energía quede en manos de un fideicomiso integrado por el Banco de la Nación Argentina, el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y un grupo de tenedores de fondos entre los que figura la gestora chilena Moneda.
La fundadora familia Pescarmona retuvo el 35% restante de participación en la firma, que viene de reformular su estructura para reducir su nivel de endeudamiento desde u$s 1.108 millones hasta unos u$s 430 millones. Dicho de otro modo, viene de disminuir su pasivo en más de un 157%.
Prevista en el Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE) que posibilitó dicha reestructuración de la deuda, la asamblea también contempló la introducción formal de los nuevos directores, síndicos y fiscalizadores, y la presentación de los cambios en el estatuto y el nombre de la organización.
Tras 50 años de conducir las riendas de IMPSA, Enrique Pescarmona fue reemplazado como CEO por Juan Carlos Fernández. Asimismo, el nuevo Directorio quedó constituido por Fabián D’Aiello, Diego Grau y Francisco Valenti.
Vale destacar que Fernández ocupó cargos en la empresa desde 1979 hasta 2014. Entre 1990 y 2007, de hecho, fue presidente de IMPSA Asia, IMPSA Port Systems e IMPSA Malasia. Entre 2007 y 2014, en tanto, comandó IMPSA Energy. Su regreso apunta a liderar de manera temporal la fase de reordenamiento societario y financiero del holding.
Adicionalmente, durante el encuentro de accionistas –que se llevó a cabo en la sede que IMPSA tiene en Godoy Cruz (Mendoza)– se suscribieron préstamos con la Inter-American Investment Corporation y el Inter-American Development Bank, y se pusieron a disposición de los acreedores los instrumentos de la nueva deuda corporativa.
Breve cronología
En la actualidad, IMPSA se especializa en la provisión de soluciones integrales para la generación de energía eléctrica a partir de recursos renovables, la fabricación de equipos para la industria de procesos y la gestión de residuos y su tratamiento, entre otros aspectos.
No obstante, sus orígenes se remontan al año 1907, cuando el abuelo de Enrique Pescarmona decidió fundar Talleres Metalúrgicos Enrique Epaminondas Pescarmona, en la provincia de Mendoza. Básicamente, la firma fabricaba repuestos de hierro fundido, equipos para la industria vitivinícola y compuertas para canales de irrigación.
Con el paso del tiempo, la empresa se orientó a la provisión de equipamiento para la actividad vitivinícola, además de ocuparse de la manufactura de compuertas y otros componentes de metalúrgica liviana.En 1946, la familia Pescarmona fundó Construcciones Metálicas Pescarmona (CMP) para dedicarse principalmente al diseño y la construcción de estructuras metálicas, compuertas de riego y otros equipos electromecánicos.
Nuevos desafíos
IMPSA, como tal, nació en 1965 mediante la transferencia de los activos y pasivos de CMP. Desde entonces, la organización se expandió y diversificó ampliamente su producción y campo de acción.
Durante los años 70, la compañía lideró la generación hidroeléctrica en la Argentina, mientras que en los 80 y 90 consiguió proyectarse al mercado internacional. Recientemente, sin embargo, la compañía debió lidiar con un fuerte grado de endeudamiento que puso en riesgo miles de puestos de empleo e incluso llevó a la agencia de calificación Standard & Poors (S&P) a declararla en default.
Durante las últimas dos décadas, IMPSA ejecutó 180 contratos. De ese total, unos 150 se celebraron en 34 países del exterior.
La intención de la firma, en esta renovada instancia operativa, es retomar paulatinamente su expansión global.
A nivel local, por su parte, las mayores expectativas están depositadas en el acompañamiento al desarrollo de obras de infraestructura, sobre todo dentro del segmento eléctrico. ›|‹
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