Llegaron los primeros días de frío en los grandes centros urbanos y, como ya es una constante en cada invierno, volvieron los cortes de gas a los usuarios industriales. Las restricciones al consumo de los grandes usuarios –ordenadas por el Enardas, el ente regulador que conduce Antonio Pronsato- durante el fin de semana alcanzaron hasta el 35% de la demanda industrial. Toda una rareza para dos días no hábiles. La prioridad del Ejecutivo, claro está, es garantizar el suministro de los hogares.
Hasta la semana pasada la industria consumía, en promedio, alrededor de 42 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d) del hidrocarburo, alrededor de un 30% de la demanda total del sistema. El miércoles pasado, cuando el termómetro perforó por primera vez la barrera de los 15 grados en Buenos Aires, se empezaron a registrar las primeras restricciones al consumo.
“El miércoles se ordenaron pequeños cortes a usuarios por 2 o 3 MMm3/d de gas. Pero el fin de semana alcanzaron niveles mucho más extensivos. El domingo las restricciones llegaron hasta los 15 MMm3/d de gas, es decir, casi un 40% de la demanda total de las industrias”, explicaron fuentes del mercado.
Las bajas temperaturas no explican, por sí solas, las restricciones. También se registraron problemas operativos en una de las plantas terminales de Gas Natural Licuado (GNL) por condiciones climáticas negativas. Y hubo que dosificar el gas proveniente de la cuenca Austral offshore en el marco del proyecto de ampliación de los yacimientos en el mar de Tierra del Fuego..
“La mayoría de las industrias del Litoral y de Córdoba operó al mínimo técnico de su capacidad”, explicaron desde una comercializadora.
Entre las empresas afectadas hay compañías de todos los rubros y tamaños. Las empresas del polo petroquímico de Bahía Blanca (Profértil y Dow); las siderúrgicas Siderar, Siderca y Acindar, y las automotrices (Ford, Volkswagen y General Motors). Son alrededor de 300 industrias.