La Justicia de Chubut hizo lugar a un amparo por la explotación de un pozo petrolero de la estatizada YPF. En concreto, el Juzgado Laboral Nº 2 de Comodoro Rivadavia favoreció al recurso que pretende suspender la producción en el pozo de petróleo no convencional (que utiliza el método de fracking) que YPF explota en el yacimiento El Trébol, a 18 kms de esa localidad.
La medida fue interpuesta por Marcelino Pintihueque, integrante de la comunidad Mapuche, quien lo hizo a través de la abogada Silvia de los Santos. En esta determinación jugó un rol determinante el informe del perito de oficio Roberto Ochandio designado por el Juzgado que plantea que la fractura hidráulica pone en riesgo las napas de agua. El argumento de que existe separación entre las capas acuíferas y las capas gasíferas es falso, según la presentación.
La principal argumentación de Ochandio coincidió con la del perito de «parte», judicialmente un consultor técnico de la parte demandante, el ingeniero en Petróleo y master en Evaluación de impacto ambiental y energías alternativas, Eduardo DLía. Cabe recordar que Ochandio había sido cuestionado por el Gobierno de Chubut al indicar que no tenía como especialidad la explotación petrolera. Pero el mencionado es geógrafo y cuenta con más de 30 años de experiencia como trabajador petrolero. Dlía, ha sido uno de los iniciadores y continuadores de una campaña de concientización sobre las incompatibilidades del fracking con el ambiente y especialmente con las aguas subterráneas por el uso de tecnología que se encuentra altamente cuestionada y la utilización de componentes contaminantes como el plomo o el mercurio. Así lo confirmó El Cronista.
Con esta decisión judicial, que se espera será apelada por el gobierno de Martín Buzzi, se plantea un antecedente inédito en la provincia, porque además el amparo fue impulsado por un integrante de la comunidad aborigen.
El pozo fue inaugurado con un gran acto en mayo de 2014 en el lugar, al que asistieron el presidente de YPF, Miguel Galuccio, y Buzzi. En su momento ambos desestimaron que el pozo ponga en peligro las napas de agua.