En el off shore de la cuenca del Salado
A raíz del derrumbe de los precios, el consorcio liderado por la petrolera argentina –integrado además por Shell y GALP– devolvió al Gobierno uruguayo el área 3 en la cuenca de Punta del Este.
Como líder del consorcio que integraba junto a Shell y a la portuguesa GALP, YPF decidió devolver al Estado uruguayo el área que exploraba en busca de hidrocarburos frente a las costas de Montevideo. La petrolera argentina había depositado amplias expectativas en el proyecto de alto riesgo exploratorio en las aguas uruguayas. De hecho, preveía la perforación de un pozo en el bloque ubicado en la cuenca de Punta del Este.
La estrategia de YPF consistía en aprovechar la información geológica recabada en las tareas de exploratorias en el campo off shore en Uruguay para luego aplicar ese conocimiento del lado argentino, en la cuenca del Salado.
“Además de apostar por la prospección no convencional y de frontera, queremos aprovechar nuestros dominios en países vecinos como Uruguay, sin descuidar la posible conformación de nuevas sinergias en la región”, había señalado el año pasado Carlos Colo, director de Exploración de YPF.
La petrolera llegó incluso a culminar un mapeo en 3D del área conocida como Uruguay 3, un bloque de aproximadamente 2.000 metros cuadrados (m2) situada en la desembocadura del Río de la Plata, unos 300 kilómetros costas afuera de Montevideo. Para esta comitiva, la empresa controlada por el Estado nacional contrató un buque especializado en sísmica marina y dotado de equipamiento de última generación.
Luego de seis meses de análisis, mapeos y otras labores ejecutadas sobre la base de rigurosos controles ambientales (lo que implicó el uso de técnicas “soft start”, destinadas a minimizar el impacto sobre la fauna marina), realizó también estudios de laboratorio para mensurar resultados.
Sin embargo, en diciembre del año pasado, el consorcio liderado por YPF tomó la decisión de devolver el bloque al Gobierno uruguayo. En rigor, lo que pasó fue que se venció el primer período exploratorio y la UTE de empresas decidió no solicitar una prórroga, según indicaron a El Inversor Energético & Minero fuentes de la empresa.
Factores varios
La decisión de la UTE se explica por tres motivos fundamentales. Primero, por el contexto internacional, signado por el derrumbe del precio del petróleo de u$s 100 a u$s 40 por barril, lo que motivó que a nivel mundial las petroleras recortaran sensiblemente sus presupuestos, en especial los que incluían proyectos de mayor riesgo, como los off shore.
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Una apuesta a futuro
La reactivación de la actividad off shore en la Argentina es una de las cuentas pendientes de YPF. La petrolera preveía lanzar una campaña de sísmica en tres dimensiones (3D) en al menos algunos bloques en el Mar Argentino. La prioridad es barrer con una línea sísmica el área Colorado Marina, ubicada frente a las costas de Bahía Blanca. Sin embargo, el proyecto está postergado sin fecha en el horizonte.[/box]
Segundo, la decisión de la angloholandesa Shell de abandonar el consorcio en el marco de una decisión global de ajustar sus inversiones en el escenario de crisis que enfrenta la industria. Ante la salida de su socio principal, que poseía un 40% del capital accionario del área al igual que YPF (GALP controlaba el 20% restante), fue imposible continuar con el proyecto.
Tampoco ayudó la reestructuración de la petrolera argentina promovida por el Gobierno de Mauricio Macri. A pocas semanas de la asamblea que marcará la salida de Miguel Galuccio de la compañía, lo que viene para la empresa es un año de recorte del Capex previsto para este año. ›|‹
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