De la mano de las bajas temperaturas volvió un clásico argentino del invierno: a medida que los quemadores de las estufas incrementaron el consumo de gas, los principales complejos fabriles debieron reducir el consumo para evitar problemas en los hogares.
Ayer, esa situación llegó al extremo: la demanda residencial trepó hasta aproximadamente 95 millones de metros cúbicos (m3), una cifra que, de acuerdo con los técnicos del sector, marca un récord histórico. Por eso, el Gobierno ordenó reducir al mínimo el uso de gas en los complejos fabriles, que en algunos casos llegó al corte completo. Esa situación se extenderá, al menos, hasta mañana.
Las restricciones de gas a industrias afectaron a todo tipo de empresas: siderúrgicas (Siderar, Siderca, Aluar y Acindar), petroquímicas (Profertil, Dow y Mega), automotrices (Ford, Volkswagen y General Motors), alimenticias, cementeras y mineras, entre otras, según publicó La Nación.
A nivel nacional, se estima que al menos unas 300 industrias sufrieron restricciones importantes.
Los cortes no sólo afectaron a las fábricas. A primera hora de la mañana, Metrogas informó vía mail a las autoridades del centro comercial Village Caballito (su contrato contempla interrupciones) que debía restringir el consumo para atender la mayor demanda hogareña, explicaron en el complejo.
En Bariloche, la baja presión afectó el servicio de GNC. Fernando Sammarco, encargado de la estación de gas más grande de la ciudad, en Beschtedt y Brown, señaló que hace un mes se comunicaron vía telefónica desde la central de Camuzzi para «advertir la posibilidad de que podría haber inconvenientes con el suministro en invierno». Ayer, a las 13.20, en un día en que la sensación térmica llegó a 14°4 bajo cero, un operario de la empresa se presentó en las tres estaciones GNC de la ciudad con una notificación que disponía la clausura «por tiempo indeterminado».
En La Pampa también hubo cortes en el GNC por la ola de frío. En Córdoba se produjeron restricciones a más de una veintena de empresas, según informó la Unión Industrial de esa provincia (UIC).
El costo económico de la falta de gas es inestimable de acuerdo con los especialistas del sector, pero se mide en millones de dólares. Por caso, los cortes paralizaron el polo petroquímico de Bahía Blanca, uno de los principales pulmones fabriles del país. La fabricante de polietileno Dow frenó sus operaciones. No sólo le faltó gas, sino también etileno, un derivado que le provee Mega, que también sufrió un corte total. Otras productoras de materia prima, como Cerri (TGS) y Refinor, también debieron cesar con su consumo.