Son proyectos no metalíferos que habilita la ley. La mina abandonada por Vale, sigue siendo la prioridad. El ambiente entre los empresario mineros mendocinos es de algarabía. “Por fin hay reglas claras, sabemos a qué atenernos y qué proyectos podemos encarar”, explican desde la Cámara de Servicios Mineros de Mendoza. La referencia es a que la ley 7.722, antiminera, que prohíbe la minería metalífera, fue ratificada a finales del año pasado por la Corte local y el gobernador Alfredo Cornejo ha mandado un claro mensaje: “La ley no se tocará; dentro de la 7.722 todo, fuera de ella, nada”. Esta certeza, más la apetura de un periodo de “diálogo” que se extenderá hasta fin de año, cuando se rubricará el “pacto social” que avale la minería permitida por la 7.722, no hizo otra cosa que traer certezas. En ese sentido, la estrella es Potasio Río Colorado, la mega mina que dejó a medio hacer la brasiñela Vale y que, según empresarios mendocinos, está en la mira de al menos dos consorcios nacionales, aunque con serias intenciones de “reformular” el proyecto. Así lo consignó La Política Online. Como sea, es una gran noticia para Cornejo y gobierno, que ha manifestado en varias oportunidades que Potasio es una “prioridad”. La caída de recaudación, de ventas, del consumo en general, han puesto en aprietos al radical y necesita lo antes posible ingresos frescos. Otra posibilidad, más rápida y palpable que Potasio, es el avance en proyecto no metalíferos. Son nada menos que 25 en varios puntos de la provincia, y serán explotados por empresas de primer nivel, como Holcin, Knauf y Durlock.