La puesta en marcha en el primer trimestre de 2017 de las obras de la central atómica de Atucha III será el hito más reconocido de la reactivación del plan nuclear, que mantiene en marcha un conjunto de proyectos que ganarán dinamismo tras la reciente conformación del organigrama institucional del sector.
Entre los objetivos de corto y mediano plazo figuran el desarrollo del Carem, primer reactor de potencia 100% argentino, en el que se invertirán 400 millones de dólares; y el RA10, un reactor de investigación multipropósito orientado a la producción de radioisótopos destinados al diagnóstico de enfermedades, que demandará recursos por otros 300 millones, informaron fuentes oficiales.
La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la estatal Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA) tienen previstas además las obras para la extensión de vida útil de la central de Embalse; el desarrollo de la Planta Industrial de Agua Pesada; y aportes en materia de medicina nuclear, enriquecimiento de uranio, agricultura, irradiación de alimentos y nanotecnología.
El subsecretario de Energía Nuclear, Julián Gadano, integró recientemente su equipo sectorial con Osvaldo Calzetta al frente de la CNEA; Omar Semmoloni en la NASA; y Néstor Masriera como titular de la ARN (Autoridad Regulatoria Nuclear).
Fuentes oficiales destacaron a Télam que la puesta en marcha del Carem «representará para la industria nuclear nacional una evolución respecto al posicionamiento y prestigio ya obtenidos en el mercado internacional de reactores de investigación».
La Central Argentina de Elementos Modulares le permitirá al país posicionarse a la vanguardia del mercado de centrales de baja potencia y características relativamente sencillas en cuanto a su construcción y operación, ideales para cubrir una amplia gama de necesidades propias de los países en vías de desarrollo.
A diferencia de otros proyectos cuyos diseños buscan la generación de potencias superiores a los 600 o 700 Mw (megavatios), este reactor de baja potencia -cuyo primer prototipo se encuentra actualmente en la etapa previa a su construcción- será de aproximadamente 25 Mw de potencia eléctrica, capaces de abastecer a una población de hasta 100 mil habitantes, entre otras prestaciones.
En el caso del RA10, hoy en etapa de desarrollo de la ingeniería básica, se identificaron intereses comunes con un proyecto de similares características que lleva adelante Brasil (el RMB), lo que dio lugar a la implementación de actividades conjuntas en el marco de la cooperación nuclear entre ambos países.
«Con este proyecto la Argentina busca ampliar las capacidades actuales de producción de radioisótopos -el reactor RA-3, ubicado en el Centro Atómico Ezeiza», dijeron los voceros.
Lo que se busca es sumar desarrollo tecnológico en el campo de los combustibles y materiales nucleares, mediante instalaciones de irradiación adecuadas que permitan incrementar la experiencia acumulada, y expandir la oferta de servicios al mercado mundial.
Los trabajos comenzaron en marzo pasado y se continúa con la remoción de tierra y el trazado de caminos que conducirán hacia el emplazamiento del RA-10 en Ezeiza.
En lo que respecta a Embalse, el Laboratorio de Materiales para la Fabricación de Aleaciones Especiales incorporó distintas innovaciones y equipos que permiten por primera vez realizar ensayos específicos.
Además, las empresas asociadas a la CNEA obtuvieron las calificaciones internacionales para el desarrollo y provisión de componentes de fabricación nacional que se aplicarán en la central nuclear cordobesa.
En este marco, la Fábrica de Aleaciones Especiales S.A. (FAE) suscribió un contrato con la compañía Impsa para la provisión de tubos de Incoloy 800, y obtuvo una calificación del producto a cargo de las empresas canadienses líderes del sector, lo que le permitió posicionarse entre los tres únicos fabricantes de este tipo de tubos en el mundo.
En lo que respecta a la Planta Industrial de Agua Pesada de Arroyito, Neuquén, cuenta hoy con la mayor capacidad de producción en el mundo, por lo que se concretaron exportaciones a Alemania, Australia, Canadá, Estados Unidos, Francia, Suiza, Noruega y Corea.
Por último, en materia de medicina nuclear, el plan federal apunta a actualizar el equipamiento en centros que se encuentran en funcionamiento y construir otros: al inaugurado recientemente en Entre Ríos se suman nuevos proyectos en ejecución en la Ciudad de Buenos Aires, Formosa, Santiago del Estero, Santa Rosa (La Pampa), Bariloche (Río Negro), Río Gallegos (Santa Cruz) y Jujuy.
Comentarios: