Los dos estaban sentados a su lado. Y se quedaron mudos. Casi no hubo aplausos y ambos se fueron sin hacer comentarios. La presidenta Cristina Kirchner cargó duro ayer contra los gobernadores de las provincias petroleras que serebelaron a apoyar la nueva ley de hidrocarburosque impulsa la Casa Rosada por considerar que les quita recursos a sus distritos.
Eran Martín Buzzi (Chubut) y Francisco «Paco» Pérez (Mendoza) los gobernadores que recibieron los retos presidenciales en la cara, dos de los cuatro que pretenden hacerle cambios a la iniciativa que impulsa el presidente de YPF, Miguel Galluccio, y que se negaron a apoyarla tal como la redactó el Gobierno. A ese grupo se suman el mandatario de Neuquén, Jorge Sapag, y el de Río Negro, Alberto Weretilneck.
«Lo que piden los empresarios es seguridad para invertir. Algunos confunden propiedad con jurisdicción», los aleccionó la Presidenta durante el acto que protagonizó ayer por la tarde en la Casa Rosada, en el que informó sobre la aplicación, por primera vez, de la ley antiterrorista (ver página 9), e hizo nuncios de recursos para viviendas sociales.
«Queremos una regla común para que los empresarios sepan que una provincia no va a subir los impuestos y la otra no», explicó sobre la ley de hidrocarburos resistida por algunos mandatarios. La Presidenta aclaró que las provincias seguirán siendo las propietarias del recurso, pero que será la Nación la que decida los lineamientos centrales de la política energética y -sobre todo- los modelos de contrato a los que deberán someterse los jefes distritales.
Con ironía, Cristina les reprochó que «no tenían tantos pruritos» cuando la compañía era manejada por la española Repsol.
La Presidenta optó por esa explicación mientras se defendía de las críticas empresariales que había recibido en los últimos días por la nueva ley de abastecimiento. Fue entonces cuando se mostró dispuesta a darle un marco jurídico al empresariado y puso como ejemplo la iniciativa que impulsa para conseguir inversiones en el sector energético.
«Queremos un modelo de contrato común para que las licitaciones no queden en poder del gobernante de turno», les advirtió a los mandatarios. «Si queremos que los empresarios no se quejen tenemos que darle un marco tributario homogéneo y que haya mucha transparencia», planteó.