Si bien medida en metros perforados, la exploración continuará a buen ritmo; sólo se explorará en 50 proyectos mineros, muy lejos de los 120 que estaban activos el año pasado. La escasez de financiamiento bursátil y factores que generan incertidumbre en la coyuntura local, las causas.
El año pasado, la exploración minera en la Argentina batió, por primera vez, la barrera del millón de metros perforados. Para 2012 se espera, medida en cantidad de metros, una cifra similar. Así lo adelantó el secretario de Minería, Jorge Mayoral. Es que hay varios prospectos exploratorios avanzados, en especial en San Juan y en Salta, que mantendrán ocupados los equipos de perforación. A eso hay que sumarle la exploración en brownfields –zonas periféricas a las minas que están en producción–, que impulsará las perforaciones en Santa Cruz.
Sin embargo, desde la óptica de Gemera, la asociación que nuclea a las empresas exploradoras, el escenario es otro si se pondera la cantidad de prospectos exploratorios que continúan en actividad en la actualidad. Desde ese enfoque, a fines de 2011 se exploraba en alrededor de 120 proyectos, si se contemplan desde los cateos hasta los plays más avanzados. Hoy, en cambio, esa cifra se redujo hasta un total de 50 proyectos, según dimensionó Julio Ríos Gómez, presidente de Gemera.
La baja obedece a factores locales e internacionales. Entre los primeros se encuentran los problemas que acarrean las empresas por el descenso de sus cotizaciones en las plazas bursátiles de Norteamérica, en especial de Canadá. “Hay inconvenientes para acceder a los mercados financieros y de capital, que recién se recuperarían en 2014”, señaló Ríos Gómez en diálogo con El Inversor Energético & Minero.
Entre los elementos perjudiciales en el plano doméstico se observa –a entender del directivo– una falta de confianza por parte de los inversores desde que se produjo “la estatización de YPF”. “La minería es una actividad de inversión intensiva, que exige desembolsos exploratorios crecientes por más de cinco años para determinar si un yacimiento es comercialmente explotable. En ese sentido, se precisa previsibilidad para captar inversores. Si existe el temor de que el país vaya hacia una economía cerrada, es complicado avanzar en esa dirección”, advirtió Ríos Gómez.
Zonas de trabajo
Aun así, el ejecutivo indicó que en San Juan se registrará un buen nivel de metros perforados, de la mano de proyectos avanzados como Los Azueles y Altar, dos iniciativas cupríferas, y en menor medida Taguas, un proyecto de Censur al norte de Pascua Lama. “También habrá varias empresas explorando al sur de Catamarca y al norte de La Rioja, en la Faja de Maricunga”, afirmó el titular de Gemera.
En 2010, la Argentina se quedó con un 3% de la inversión en exploración minera colocada a nivel mundial, que alcanzó los u$s 11.600 millones. Pero el año pasado, cuando en la escena mundial los desembolsos crecieron hasta los u$s 18.000 millones, la participación de la Argentina cayó al 2%, según el ranking conformado por Metal Economic Group.
“Por eso es tan importante recuperar el nivel de actividad en los casi 70 proyectos que quedaron atrasados este año, sobre todo los 30 ó 40 embrionarios que apuntan a elevar el nivel de reservas metalíferas a largo plazo”, concluyó el ejecutivo.
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