Los gobiernos de Bolivia y Chile -dos de los países con mayores reservas mundiales de litio, junto con la Argentina- avanzan en planes para instalar plantas productivas, que en el caso trasandino podrían incluir hasta una fábrica de autos eléctricos, según la oferta realizada por empresas de China.
Una comitiva de empresarios chinos visitó la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) a fin de ofrecer inversiones en la industria del litio en toda la cadena de producción, según reportó el organismo chileno. «La visita del conglomerado chino tiene el propósito de avanzar en el desarrollo y puesta en marcha de un proyecto de litio integrado en forma vertical, a lo largo de la cadena de valor más importante del metal», indicó Corfo.
Esto incluye desde la extracción del litio y la producción de baterías y sistemas avanzados de almacenaje energético, «hasta la fabricación de vehículos eléctricos en Chile, utilizando para el efecto tecnologías de punta amigables con el medio ambiente», dice la descripción del encuentro en el portal del organismo.
La propuesta la realizó Jun Li Cui, director ejecutivo de Baic Group, una de las 15 mayores compañías automotrices del mundo y líder en fabricación de vehículos eléctricos de China, asociada en el país asiático con el grupo alemán Daimler (productor de Mercedes Benz) y el coreano Hyundai.
En la delegación participaron representantes de JLD New Energy Technology, China Commodities and Technology Co., y World Capital Corporation.
La descripción del encuentro agrega que «a diferencia de otras iniciativas de inversión presentadas en el país en los últimos tiempos en esta área, consideramos que la propuesta de Baic Group podría constituir un verdadero hito en el proceso de desarrollo industrial de Chile, porque conlleva además un fuerte componente de educación, capacitación, investigación y desarrollo en beneficio del conjunto de la sociedad chilena».
En Bolivia, en tanto, la empresa alemana K-Utec y la china Campc aspiran a construir una planta industrial de carbonato de litio en el Salar de Uyuni, en el suroeste del país, informó el viceministro de Altas Tecnologías Energéticas, Luis Alberto Echazú. «Estamos en la etapa de negociación para que una de ellas se convierta en socio nuestro en la etapa de industrialización de nuestro litio, y Bolivia pretende ser el socio mayoritario», precisó Echazú.
K-Utec, financiada por el gobierno boliviano con us$ 5,2 millones, está realizando el diseño final de la futura planta de litio, que producirá 30.000 toneladas anuales de carbonato de litio.
La empresa china Camc, a su vez, construye desde 2016 en Uyuni una fábrica de cloruro de potasio que a partir del año próximo producirá 30.000 toneladas de fertilizantes para la agricultura.
Bolivia prevé invertir unos us$ 942 millones para instalar varias plantas piloto de litio y una planta industrial en Uyuni, donde existe un desierto de sal de unos 10.000 kilómetros cuadrados.
El precio de la tonelada de carbonato de litio subió desde us$ 2.500 a us$ 13.000 la tonelada entre 2005 y 2016, a medida que creció la fabricación de baterías de dispositivos electrónicos y de vehículos eléctricos.
El material también se usa en aleaciones ligeras de aluminio en el sector aéreo y aeroespacial, así como en protecciones contra neutrones y como combustible en la tecnología nuclear.
El presidente boliviano Evo Morales inauguró en agosto cerca de la ciudad de Potosí una planta piloto de materiales catódicos -montada por la empresa francesa ECM Greentech con una inversión de us$ 3,7 millones- que serán útiles para producir baterías de litio.
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