Será el corolario de una relación que se robusteció en el último añoy la bisagra hacia un vínculo con un «futuro promisorio», tal como coinciden en Moscú y en Buenos Aires. El presidente de Rusia, Vladimir Putin , llegará pasado mañana a la Argentina para reunirse por unas horas con su par Cristina Kirchner con un firme objetivo: apuntalar un vínculo estratégico para ambos y sellar negocios a largo plazo.
La carta fuerte que traerá Putin bajo el brazo es la firma de un ambicioso acuerdo de energía nuclear con la Argentina y la posibilidad de aumentar las relaciones comerciales entre ambos países. También está en el espíritu de esta visita de Putin la necesidad de Rusia de apuntalar su presencia en América latina con una visión geopolítica estratégica tendiente a contrarrestar el poder de los Estados Unidos en la región.
Según consignaron a La Nación fuentes confiables de Moscú y de la Cancillería, Putin llegará a Buenos Aires con una amplia comitiva de funcionarios y empresarios, pero sólo pidió mantener una reunión con Cristina Kirchner. No tendrá reuniones con referentes de la oposición ni con empresarios.
El presidente ruso estará por pocas horas en la Argentina, ya que el domingo viajará a Brasil para presenciar el partido de la final de la Copa del Mundo y luego irá a Fortaleza para sumarse a la cumbre de presidentes de los Brics que Rusia integra junto con Brasil, China, la India y Sudáfrica.
«Tenemos mucha expectativa y confiamos en que la visita de Putin sea el puntapié de nuevos acuerdos estratégicos», dijo a LA NACION un funcionario del Gobierno que viajó a Moscú para cerrar este viaje.
Putin llegará a Buenos Aires con la idea de avanzar en un acuerdo de la empresa estatal rusa Rosatom con el Gobierno. Referentes de esa empresa de energía nuclear adelantaron que la intención de Rusia será sustentar el desarrollo de la planta Atucha III, de otra planta nuclear y de una central termoeléctrica en Mar del Plata. El ministro de Planificación, Julio De Vido, estuvo este año en Moscú para acelerar estos acuerdos que Putin y Cristina Kirchner esperan suscribir.
A su vez, el director de Rosatom, Serguéi Kirienko, adelantó hace 15 días en el foro nuclear Atomexpo 2014, que se hizo en Moscú, que «Rusia está muy interesada en el desarrollo de proyectos de energía nuclear en Brasil y en la Argentina». De hecho, la compañía de energía nuclear rusa Niaep-ASE diseñó la tecnología Multi-D, que prevé proyectos de ingeniería de alta complejidad que se quieren trasladar a la Argentina y a otros países de la región.
«Rusia tiene un fuerte interés en desarrollar energía nuclear con fines pacíficos en la Argentina y están dadas todas las condiciones», dijo a LA NACION con marcado optimismo un empresario de Rosatom.