La compra de LNG costará este año más de u$s 3.000 millones
La petrolera contratará a una consultora internacional para optimizar la compra de buques metaneros. Analizan suscribir contratos de abastecimiento a mediano plazo para bajar el precio del combustible.
YPF sondeó al menos tres consultoras de primer nivel internacional para reestructurar la importación de gas natural licuado (LNG, por sus siglas en inglés), que provoca una creciente sangría de divisas y es causal, entre otros elementos, de las restricciones cambiarias que debió implementar el Gobierno para cuidar el superávit comercial.
La petrolera bajo control estatal, que licita la compra de cargas metaneras por cuenta y orden de Enarsa, quiere reducir los costos de las importaciones, que de enero a mayo de este año treparon hasta los u$s 1.257 millones.
Para eso, seleccionará a una consultora internacional con el fin de planificar el aprovisionamiento de LNG durante los próximos cinco años. Es lo que se conoce en la industria como un Master Plan. Entre las empresas convocadas figuran Flower LNG, Poten & Partners y Purvin & Gertz, todas de relieve internacional, según indicaron a El Inversor Energético & Minero fuentes cercanas a la mayor productora de petróleo y gas del país.
YPF prevé concretar la contratación de alguna de esas compañías en las próximas semanas. En tanto que el diseño de un plan para optimizar las importaciones de LNG demorará alrededor de cuatro meses, según los cálculos de traders y especialistas. Y demandará una erogación cercana a los u$s 400.000, agregaron.
Aunque a priori pueda parecer una apuesta meramente formal, la iniciativa de YPF significará, a mediano plazo, un ahorro importante para las arcas del Tesoro. Es que las importaciones de LNG son costeadas mayoritariamente a través de subsidios del Estado, a raíz del congelamiento tarifario que rige en Buenos Aires y alrededores.
Se apuntará, en líneas generales, a modificar el modelo de contratación del combustible para las terminales regasificadoras de Escobar y Bahía Blanca. Hoy, YPF adquiere buques de LNG en el mercado spot, por lo que termina pagando precios variables que se alteran en cada licitación. Los oferentes son, además, invitados a participar individualmente por Enarsa, una metodología que restringe la disponibilidad de mayores ofertas y es tierra fértil para la cartelización entre los proveedores.
A mediano plazo
Para terminar con ese mecanismo, se intentará cerrar contratos de importación a tres o cuatro años, de manera tal de negociar mejores precios del combustible. “Si se firmaran contratos a mediano plazo, los costos de la importación podrían reducirse, al menos, entre un 5% y un 10%”, precisó un trader con amplia experiencia en el mercado de LNG. El precio de la importación de LNG en todo 2012 ascendió hasta los u$s 2.665 millones. Y este año proyecta superar los u$s 3.000 millones. “Un ahorro del 10% representaría u$s 300 millones por año”, agregaron a El Inversor Energético & Minero desde otra comercializadora de gas.
Existen, sin embargo, algunos obstáculos administrativos que pueden complicar la iniciativa. El presupuesto de Enarsa –que, en definitiva, solventa la importación de LNG– se define anualmente y queda establecido en la Ley de Presupuesto aprobada en el Congreso. “No es sencillo que una empresa estatal reciba los avales para firmar un contrato de importación a cinco años”, explicaron allegados a Enarsa. Pero otras voces argumentan que la compañía estatal está a cargo de la compra de gas desde Bolivia, para lo cual firmó una adenda con YPFB hasta 2027. En ese sentido, señalan que no deberían existir inconvenientes para replicar la metodología en el caso del LNG.
Las importaciones de los barcos metaneros se realizan bajo el área que lidera Alejandro Luchetta, encargado del área de Trading y Transporte de YPF. Sin embargo, las negociaciones con las consultoras convocadas corrieron por cuenta de Fernando Giliberti, director de Planeamiento y Desarrollo de Negocios de YPF, virtual número dos de la empresa y mano derecha de Miguel Galuccio, CEO de la compañía.