De los más de 4000 metros cúbicos diarios de petróleo que procesa la refinería de Plaza Huincul, el 45% ya corresponde a la producción shale de YPF en la formación Vaca Muerta. La planta de la empresa bajo control estatal, emblema de la Comarca y de la provincia de Neuquén, que el 20 de este mes acaba de cumplir 40 años, tiene números que hablan por sí solos: se mueven 110 camiones por día, se producen 36.000 toneladas de metanol y 56.000 de combustibles livianos que diariamente llegan a cinco provincias. Se trata de la principal destilería de la Patagonia y de la única planta productora de metanol, todo dentro de un gran complejo industrial.
También emplea a más de 450 trabajadores, de los cuales el 70 por ciento son nacidos y criados en la comarca de Cutral Co-Plaza Huincul. El 95 por ciento de los empleados vive desde hace más de cuatro años en la zona.
El shale que se produce en el yacimiento Loma Campana se empezó a procesar en 2014. El complejo industrial produce más de dos millones de litros de combustibles que llegan a Neuquén, Río Negro, La Pampa, Chubut y Buenos Aires.
A su vez, el nuevo laboratorio de la planta permite controlar la calidad de la producción de combustibles y de metanol, incluidas las materias primas, efluentes y aditivos. Se toman 150 muestras diarias para análisis y un total de 1600 tareas que engloban los análisis de esas muestras.
Las primeras postales del petróleo neuquino están asociadas al pozo 1 que el equipo Patria hizo producir en lo que hoy es Plaza Huincul. El petróleo llegó en 1918, cuando el envío de fondos desde Buenos Aires había sido interrumpido por falta de resultados. Pero el dato era fuerte: había olor a kerosén en las pocas aguadas de la zona y el equipo Patria no bajó los brazos.
De 1919 es la imagen que algunos historiadores ligan con la primera “destilería”. Un tanque negro, un rancho de piedras, algunos caños y una torre de madera de fondo con el viejo y querido pozo 1 componen la imagen que se adjudica a esa destilería que –advierten especialistas- no deja ver ningún quemador, pieza imprescindible para lograr el status de destilería. En 1918 empezó la novela fundacional de Plaza Huincul y que en 1976 se erige como refinería.
Así, el sueño de Enrique Mosconi tomó forma y se hizo realidad.
Algunos hitos de las cuatro décadas
En el período 1976-1980 se remodeló el antiguo depósito del laboratorio para convertirlo en la Sala de Ensayos Físicos. Nueve año más tarde se incrementó en un 20% la capacidad de procesamiento de Platforming, para alcanzar los 480 m3/día. La mayor producción de nafta reformada permitió obtener las naftas comerciales sin agregado de tetraetilo de plomo, producto altamente tóxico y que, siendo importado, representaba un costo muy significativo. De esta manera, la Refinería Plaza Huincul fue la primera en elaborar naftas sin plomo en la República Argentina.
La conversión del sistema de control de las unidades operativas comenzó en 1991. Inicialmente, se conservaron actuadores y transmisores neumáticos y controladores electrónicos.
Ese mismo año se construyeron los talleres de mantenimiento, y en 1992, el edificio administración.
En 1993 se avanzó en la implementación del sistema de control distribuido con la instalación de la primera estación, y la implementación del sistema de seguridad Triconex en calderas, que se extendió a los hornos en 1995. En 1994 se construyó la sala de motores Waukesha.
En 2000 se implementó un importante cambio tecnológico en la torre de destilación primaria, con la instalación de relleno ordenado. Una segunda etapa se ejecutó en 2005.
Dato curioso: La nafta que usó el avión que trajo a Barack Obama
En Plaza Huincul se hace la nafta Infinia, así como también el combustible de gran parte de la Patagonia. Además, se procesa el utilizado para los aviones, como el que trajo en su última visita a la Argentina al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.
Tecnologìa: El nuevo laboratorio y las funciones que tiene dentro del complejo industrial
El nuevo Laboratorio CIPH YPF Plaza Huincul tiene como función específica ser soporte de todos los procesos operativos del complejo industrial. El anterior se había puesto en funcionamiento antes de que se creara la refinería.
El actual realiza controles de calidad de productos finales y corrientes de procesos de la Planta de Refinería y Metanol, materias primas, efluentes, aditivos.
En el lugar trabajan unas 20 personas, con una capacidad operativa de 150 muestras diarias para análisis y alrededor de 1600 tareas que engloban los análisis de esas muestras.
El laboratorio anteriormente ocupaba una superficie aproximada de 200 metros cuadrados y el actual tiene 490.
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