René Muga señaló que el análisis -que apunta a una faena subterránea- lo hacen transparentemente con la comunidad. Destacó fallo que desestimó daño ambiental.
En pleno proceso de optimización del proyecto minero Pascua-Lama se encuentran en la canadiense Barrick. Su director ejecutivo en Chile, René Muga, cuenta que para este análisis consideran la larga y dificultosa historia que ha enfrentado la iniciativa.
Recalca que, por eso, lo están haciendo de cara a la comunidad, en donde -dice- predomina la transparencia. Agrega que el foco es hacer viable el megaproyecto binacional en los aspectos financieros, pero también sociales y ambientales. Por el lado chileno, la iniciativa se emplaza en la Región de Atacama y actualmente enfrenta un cierre temporal.
“La optimización es un proceso de análisis que está en pleno desarrollo por parte de la compañía, que estudia posibilidades subterráneas para seguir adelante con el proyecto”, dice Muga. Agrega que “las características de costos, financieras del proyecto, están sobre la mesa, siendo parte importante del análisis y en eso estamos”.
Pero, junto con esto, enfatiza que la empresa está enfocada en cumplir con los compromisos ambientales adquiridos. Es por ello que recibieron con satisfacción un fallo de la Corte Suprema que desestima un recurso de protección presentado por detractores de la iniciativa.
En específico, el máximo tribunal desechó los argumentos presentados contra el proyecto, por el Servicio de Evaluación Ambiental y la Superintendencia del Medioambiente, respecto de supuestos daños al medioambiente, en el contexto de las avalanchas de fines de mayo y principios de junio de 2016
“Refuerza la confianza en que estamos haciendo las cosas como corresponde. La Corte Suprema confirma que las acusaciones que se le hacen a la compañía son totalmente infundadas y no son para nada sólidas”, sostiene Muga.
-¿El nuevo Pascua-Lama será más pequeño, en línea con el fin del “gigantismo”?
“Estamos en un proceso de análisis y no hay decisiones tomadas aún. Probablemente este será un proyecto que vaya escalando, creciendo y tendría un desarrollo que lo haga viable social, ambiental y financieramente. Pero hay características que se mantienen de la iniciativa y es necesario destacar: sigue siendo un proyecto binacional, habrá una parte en Chile y otra en Argentina”.
-Entonces, que exista un avance más relevante en el lado argentino ¿no implica que la optimización dé como resultado que será una mina solo en el país vecino?
“Es un proyecto binacional. Lo que ocurrirá es que hay distintos niveles de desarrollo de actividad específica en un lado y en otro, dependiendo del progreso de este análisis, pero las características de binacionalidad se mantendrán”.
-¿Existe fecha límite para terminar con el análisis?
“Quisiera poder responder esa pregunta, pero te puedo decir que nos encontramos trabajando con toda la seriedad y rigurosidad técnica que se requiere. Es un proyecto complejo y hay muchos temas que deben ser incorporados. Esperamos avanzar lo más rápido, pero también lo más responsablemente posible”.
-¿Está confirmado que se requerirá un ingreso de un nuevo estudio ambiental o pedirán un cambio a la RCA vigente?
“El proyecto sufrirá modificaciones a su situación actual, lo que requerirá un reingreso al sistema (…) pero la decisión se tomará cuando corresponda, es decir, que estén decididas cuáles son las modificaciones”.
-En este proceso de optimización, ¿existe colaboración con la china Shandong en Chile?
“Ellos son socios de Barrick en Veladero (Argentina) y el acuerdo de alianza estratégica firmado entre ambos incorpora en una segunda fase su eventual participación en el desarrollo de Pascua-Lama y, en ese proceso, de manera creciente, nuestros socios irán incorporándose en este proceso de análisis en el que trabajamos hoy día”.
“Es un socio con una larga tradición, que nos prestigia y, además, creo que es una buena noticia para Chile, ya que China es nuestro principal socio comercial”.
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