El yacimiento de la localidad santacruceña de Río Turbio comenzará en las próximas semanas a exportar unas 30.000 toneladas mensuales de carbón a Chile, como parte de las tareas de recuperación productiva para proveer de combustible a su central termoeléctrica, aún en construcción.
Así lo confirmaron fuentes de la actual intervención de la empresa Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT), luego que culminaron las maniobras de ajuste de la Locomotora Mitsubishi 119 sobre las vías que unen la mina de Río Turbio con la terminal portuaria Punta Loyola.
Desde la intervención a cargo de Omar Zeidan se explicó que la decisión de firmar un convenio con Chile permitirá de manera inmediata comenzar a exportar desde el Puerto de Punta Loyola unas 30.000 toneladas de carbón por mes, lo que implica dos trenes diarios que tienen que salir desde Río Turbio.
Para este traslado en formaciones de hasta 25 vagones se sumarán a la locomotora a vapor recuperada otras dos máquinas diesel que llegaron en el último día hábil al yacimiento desde Río Gallegos y que también serán sometidas a pruebas de ajuste en las vías.
Según se explicó, una de las máquinas permanecerá en Río Turbio para proceder con tareas de mantenimiento, y la otra se integrará al traslado en los próximos días de los primeros 25 vagones cargados de carbón fino hacia Punta Loyola, un recorrido férreo de 340 kilómetros.
La intervención admitió que hay tratativas con la Compañía General de Combustibles (CGC), para firmar un convenio para que esa empresa productora de hidrocarburos que integra la Corporación América, realice inversiones por más de 5 millones de dólares para ponerlo en valor la terminal Punta Loyola.
En ese puerto marítimo, actualmente se está trabajando en el armado de cintas para facilitar la carga del carbón extraído en la mina de Río Turbio.
Todo el proceso de material ferroviario y el inicio inminente de exportación es considerado desde la intervención como un hecho histórico en el proceso de recuperación de la mina carbonífera para proveer el combustible que requerirá -cuando se ponga en marcha- la Central Térmica de Río Turbio.
La planta termoeléctrica tiene pendiente de conclusión un 25 por ciento de la obra y demandará una inversión de 220 millones de dólares, ya que la misma está paralizada desde que la empresa responsable Isolux suspendió sus tareas por el proceso de quiebra que afronta.
La expectativa del Gobierno nacional es que Isolux venda su participación en el proyecto para que un nuevo operador culmine la construcción, lo que demandará entre 10 y 18 meses de trabajos.
La obra energética es centro de una amplia investigación judicial por la supuesta malversación de fondos públicos durante el gobierno de Cristina Kirchner y la gestión del ex ministro de Planificación Julio De Vido, en el cual se gastaron 1.630 millones de dólares para la construcción de una central térmica de 250Mw que está inconclusa.
En el sector energético se estima que una obra de similares características no debería costar más de 700 millones de dólares, lo que refleja los sobrecostos en que incurrió la obra.
Pero al mismo tiempo, para alimentar a la usina, desde el Ministerio de Energía se asegura que el Yacimiento Carbonífero de Río Turbio ya está en condiciones de producir 600.000 toneladas anuales, lo necesario para abastecer el funcionamiento del primer módulo de la central.
Como a la obra le faltan al menos 10 meses de trabajos y el yacimiento tiene una capacidad de almacenamiento de unas 100.000 toneladas, la alternativa de la exportación temporal a Chile es la forma de dar viabilidad a la producción de carbón.
En la cartera energética se confiaba en que si la operación logra ser rentable se podrá avanzar en un plan para alcanzar una producción 1,1 millones de toneladas de carbón para cuando esté operable el segundo de los módulos de la usina.
Fuente: El Inversor Energético y Minero
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