Buscan que la extracción, tratamiento y traslado del mineral se haga por San Juan, a unas 85 mil toneladas por día.
El yacimiento de cobre El Pachón se descubrió en 1964. Con un total de recursos de 3.300 millones de toneladas, con una concentración de cobre de 0,47 por ciento, es uno de los más grandes de Sudamérica.
Para poder tener un proyecto que sea explotado en el corto plazo y que no requiera una inversión masiva, la empresa minera Glencore, dueña de El Pachón, cambió la visión inicial del emprendimiento. La compañía comenzará en diciembre y se extenderá en dos años con el estudio de factibilidad para una mina íntegramente local, tanto para la instalación de la planta de procesamiento, como la etapa de filtrado y logística. Así, la propuesta binacional que se pensó hasta 2013, con un mineraloducto desde el yacimiento hasta al Puerto de Coquimbo, quedó atrás para ser desarrollado en el futuro. Si el estudio de factibilidad y el informe de impacto ambiental obtienen el OK en 2021, la ingeniería de detalle del proyecto y su construcción comenzarían en 2022, proceso que demandará entre dos años y medio y tres, con picos de 5.000 operarios.
El gerente local de la empresa, Jorge Sausset, sostuvo sobre los cambios que “ahora se piensa en una mina con una capacidad de molienda de 85.000 toneladas por día, frente a los 185.000 toneladas que se analizó anteriormente”. Además, dijo que El Pachón tiene un potencial muy grande al punto que “de mantener el mismo ritmo de explotación inicial, tendríamos mina por 100 años”.
Los cambios más importantes del proyecto se dieron a conocer esta semana, luego de que directivos de la firma y representantes del Ministerio de Minería mantuvieran una reunión. Ese encuentro se dio tras el ultimátum que el Ejecutivo local le dio en julio a Glencore para que tome una decisión sobre si busca explotar el proyecto o no. Ahora. la empresa confirmó que en dos años terminará un estudio de factibilidad para un desarrollo inicial más chico, con su respectivo Informe de Impacto Ambiental. Para eso invertirá 30 millones de dólares en cuatro meses e incorporará unas 350 personas entre operarios y personal administrativo.
Según Sausset, la reunión que mantuvieron con el gobernador Uñac fue clave. A su vez, explicó que en estos 24 meses trabajarán para recuperar la licencia social con los sanjuaninos (Ver entrevista). Por otro lado, apuntó que un desarrollo más pequeño tiene sus beneficios al permitir un proyecto íntegramente en Argentina, facilita el financiamiento, limita los riesgos operativos y permite plantear un diseño de mina con una futura expansión “incluyendo la posibilidad de volver a la opción binacional”.
Los cambios sustanciales entre el antiguo proyecto y el actual radican en que antes se pensó usar los valles de Pachón y Carnicería para la instalación de las plantas de molienda y flotación “y ahora estará todo en el primero”, dijo Sausset. Además, que la infraestructura de la mina sea a través de un sistema modular, esto es, que a la hora de instalar la planta principal, se tenga en cuenta la ampliación al agregar líneas de producción, por ejemplo, para molienda. A ello se le suma que, el concentrado rico en cobre dejará de ser exportado a través de un ducto vía Chile para “bajarlo por ruta hasta un centro de transbordo”. El estudio de factibilidad determinará cuál será el mejor opción: con camiones de gran porte desde el yacimiento hasta Barreal y desde ahí hasta Albardón, para llegar al tren de carga, o desde Barreal hacia Divisadero, en Los Berros.
Consultado por Diario de Cuyo, Jorge Sausset -Gerente de Glencore- afirmó: «Nuestro plan no se frenará por la situación nacional».
– ¿Qué trabajos van a hacer para recuperar la licencia social?
– En Barreal, Calingasta, nunca hemos dejado de trabajar. Si bien no ha habido una gran actividad en la cordillera, en la parte comunitaria hemos mantenido muchos programas y tenemos muy buena relación en todo el departamento. Acá nos vamos a concentrar en la educación minera y la concientización de qué es lo que hacemos. Explicar que no se usan materiales tóxicos, como en otros emprendimientos. Pachón está sobre afluentes del río San Juan, entonces, vamos a tener que hacer un trabajo de reconocimiento para explicar bien qué es lo que vamos a hacer y cómo.
– ¿La reunión con Uñac fue clave para avanzar con el proyecto?
-Sí. La empresa ya tenía en manos una propuesta: 30 millones de dólares para realizar los estudios en tres años. Pero el Gobernador pidió si podíamos acortar eso. Y eso hicimos.
– ¿La multa complicó la situación?
– Complicó en el sentido que consideramos que fue demasiado alta, sobre algo que nosotros no tuvimos responsabilidad. A la escombrera no la hicimos nosotros y no es material nuestro.
– La escombrera Cerro Amarillo ¿perjudica al proyecto?
– La escombrera Cerro Amarillo no es un error fatal para el proyecto. Sí para el área ambiental que, por suerte, no ha variado por el momento.
– ¿Influye la situación política nacional?
– Nuestro plan para estos dos años no se frenará por la situación nacional.