La minera canadiense Barrick, la mayor productora mundial de oro, evalúa el impacto del revés que sufrió el proyecto binacional Pascua-Lama.
La Superintendencia del Medio Ambiente de Chile (SMA) le aplicó al proyecto que la empresa construye en la frontera entre Chile y la Argentina, una multa de u$s 16,4 millones de dólares por “incumplimientos gravísimos”.
Luego de cuatro meses de investigación, el organismo acusó a Minera Nevada –subsidiaria de Barrick– de “no haber construido obras asociadas al sistema de manejo de aguas de contacto y no contacto, que debían estar implementadas en forma previa a las faenas de excavación”.
Además de la multa, el organismo sostuvo la suspensión del avance de obras del lado chileno del proyecto hasta tanto se completen las construcciones tendientes a salvaguardar el recurso hídrico.
Al cierre de esta edición, Barrick no estaba en condiciones de asegurar cuándo podrá completar las obras pedidas para reanudar la construcción del proyecto.
Esta decisión oficial se suma a otro reclamo ambiental por parte de comunidades originarias, que aún no encontró solución. El 10 de abril, un tribunal chileno aceptó un reclamo de comunidades indígenas que acusan a la minera de causar daño ambiental. La minera impugnó el fallo, pero su reclamo no fue aceptado.
La incógnita es si, una vez resuelta la controversia radicada en la entidad medioambiental, la minera podrá reanudar la construcción o deberá hacer nuevas presentaciones y tomar medidas para zanjar el reclamo indígena.
Antes de que se conociera la sanción de la SMA, el CEO de Barrick, Jamie Sokalsky, indicó que “la empresa no haría desembolsos significativos mientras falten certezas sobre el futuro del proyecto”, según publicó la agencia Bloomberg.
De no resolverse el otro conflicto que Barrick mantiene, el de los pueblos originarios, peligraría el mayor proyecto minero de la Argentina, detrás del suspendido por Vale.
Pascua-Lama, cuyo lado argentino se ubica en la provincia de San Juan, contempla una inversión total de u$s 8.500 millones en ambos países, de los cuales la empresa dice haber invertido ya u$s 5.000 millones.
Barrick anunció que mantiene las actividades del lado argentino, donde la empresa tendrá la mayor infraestructura para procesar el mineral que provendrá, mayormente, de Chile.