La minería en Santa Cruz comienza a movilizarse, tras varias semanas de parálisis o con guardias mínimas. Lo más difícil ahora es el traslado de personal, totalmente santacruceño, con los estrictos protocolos de higiene y seguridad. Las operadoras trabajaron de forma conjunta con el ministerio de la Producción y colaboran con Municipios cercanos.
En un trabajo coordinado con el Ministerio de la Producción y la secretaría de Minería, las operadoras ya aplican los protocolos de seguridad para poder reactivar la actividad en los yacimientos.
Consultados los referentes de varias empresas mineras con yacimientos en Zona Norte, coincidieron en la necesidad de “estar aunados” con el objetivo de cuidar la salud. Admiten que la reactivación no se dará en un 100% que había antes de la declaración de la pandemia, y que por ahora se relegan los cálculos de producción hasta saber certeramente qué ocurrirá con la situación sanitaria mundial, nacional y provincial.
Algunos portavoces de las empresas, que además integran CAMICRUZ, destacaron las “colaboraciones” con las entidades gubernamentales y, sobre todo, con las comunidades cercanas, a las que se auxilia “de acuerdo a las peticiones de las Intendencias”.
Lo más difícil para estos momentos es el traslado del personal, por todo lo que implica en logística y en las medidas de higiene y seguridad. “Es un difícil equilibrio”, mencionó un vocero.
De hecho, el fin de semana sucedieron varios hechos que llamaron la atención por ciertas desarticulaciones entre Comités de Emergencia de ciudades y de provincia. Como el caso ocurrido en San Julián, cuando aterrizó un avión de una empresa minera trasladando personal de la mina Cerro Moro, y el COE sanjulianense no permitió que los trabajadores fueran transportados vía terrestre a la zona de Puerto Deseado. En ese municipio les dieron dos alternativas: o se quedaban en cuarentena en San Julián o regresaban a sus lugares de origen.
Fue la misma empresa Yamana Gold la que salió el domingo a aclarar todo lo que había sucedido, y el episodio posterior en el aeropuerto de Comodoro Rivadavia.
Desde esta firma minera se aclaró que se cumplió estrictamente con todos los protocolos sanitarios vigentes para el traslado “encapsulado” del personal, por lo que no comprendió la actitud del COE de San Julián. Con todo, los operarios pudieron llegar de Comodoro Rivadavia a Puerto Deseado, donde cumplen una cuarentena en un hotel de esa localidad.
Situaciones similares ocurrieron con el traslado de mineros de otras empresas santacruceñas.
Desde las firmas mineras integrantes de CAMICRUZ comentaron que el trabajo de comunicación con las autoridades es “permanente”, con la Jefatura de Gabinete de la provincia, con el Ministerio de Trabajo, los gremios del sector como AOMA, o entidades de las PYMES contratistas como CAPROMISA.
Movilizar y desmovilizar
En las últimas semanas fue agitada la actividad en las empresas porque, cuando se decretó la cuarentena obligatoria, se tuvo que “desmovilizar” a los grupos de empleados en los yacimientos, y cumplir con protocolos para devolver a los que viven en otras provincias. Pero, a los pocos días, se exceptuó la industria minera, con lo cual se iniciaron los movimientos inversos, de regreso de los trabajadores a las minas.
Por ahora los distintos proyectos de explotación están con “guardias mínimas”. Fuentes de CAMICRUZ recordaron que casi el noventa por ciento del personal de los yacimientos está radicado en Santa Cruz, y sólo el diez por ciento proviene de otros lugares, que son empleados que tienen calificación técnica.
En los yacimientos se precisa tener guardias mínimas, porque no sucede como en otras industrias que pueden detenerse y luego regresar; en este caso, en los proyectos es necesario mantener la generación de energía, los molinos, el control de todos los equipos.
En cuanto al futuro de los proyectos, uno de los referentes de las mineras contó que es “difícil visualizar un futuro”, porque ha cambiado “todo los que se podía tener de previsión”. “Hoy se atiende a lo urgente, que las personas estén sanas y seguras, y poder cumplir con todos los protocolos y ayudar a las comunidades. Es difícil hablar de un futuro, cuando el futuro de un país es complejo por toda esta situación”, contó. Fuente: La Opinión Austral
Comentarios: