La secretaría de Minería de la Nación informó que en 2016 Argentina recibió US$ 148 millones en inversión en exploración, mientras que en 2017 duplicó ese flujo de capital, alcanzando un monto de US$ 300 millones. Santa Cruz se posicionó entre los destinos predilectos.
El país acumula 25 años de haberse lanzado al mercado internacional para atraer inversores a la actividad exploratoria minera. Hasta hoy se concesionó el 35% del padrón minero de un potencial de 750.000 km2, de acuerdo a la Secretaría de Minería de la Nación.
Las estadísticas marcan que en más de dos décadas de minería metalífera, Argentina cuenta con 14 yacimientos en producción, dos en construcción, 11 en factibilidad, 21 en exploración avanzada, 34 en exploración media avanzada y 77 reservorios en exploración inicial.
El impacto de la actividad minera en el PBI de Argentina actualmente es del 1%, pero el objetivo es que hacia 2025 se ubique entre el 3 y el 4%, y para ello es necesario alumbrar nuevas reservas a ser explotadas.
En esta misma línea, el Gobierno de Mauricio Macri advierte que el país necesita un flujo de inversión de entre US$ 300 y US$ 500 millones para reimpulsar la actividad minera, objetivo acompañado por algunas provincias.
La Secretaría de Minería de la Nación informó en marzo último que en 2016 el país recibió un total de US$ 148 millones de inversión en exploración, mientras que en 2017 duplicó ese flujo, alcanzando los US$ 300 millones de capitales provenientes de Australia, China, Canadá, entre otros países. “Es una buena señal haber llegado al piso de las inversiones, ya que la actividad exploratoria no está en su mejor momento en todo el mundo”, dijo Daniel Meilán, secretario de Minería.
El mayor flujo de dólares en 2017 acercó a Argentina 35 nuevas empresas exploradoras en litio, oro y plata. La provincia de Santa Cruz fue el territorio más beneficiado. A modo de ejemplo, debemos recordar que Fomicruz indicó que en 2017 cerró con 7 campañas exploratorias activas, que es un nivel de actividad sin precedentes para la minera estatal.
Uno de los factores que permitirá un ordenamiento para avanzar hacia ese objetivo es la homogeneización de la política minera en todo el territorio.
El mismo está en el Congreso a la espera de ser convertido en ley y luego deberá ser ratificado por las provincias para su plena vigencia. Se busca que el Nuevo Acuerdo Federal asiente las bases de la política minera en los próximos 20 años y de esa manera Argentina deje de ser un país con recursos mineros e inicie el arduo camino de transformarse en un país minero.
Fuente: Secretaría de Minería de la Nación