Se encienden luces rojas en la minería: proyectos que ya no son rentables

Murilo Ferreira confirmó orgulloso un plan de inversión de US$ 5900 millones para el desarrollo de un proyecto minero en la Argentina. Corría diciembre de 2011 y las palabras del presidente ejecutivo del gigante brasileño Vale sonaron como música para los oídos de la recién reelecta Cristina Kirchner. Ni uno ni otro imaginaba que en menos de un año y medio la empresa anunciaría su decisión de abandonar el ambicioso emprendimiento de Potasio Río Colorado, en la provincia de Mendoza. El auge y caída en el país del plan de la mayor productora de hierro del mundo es una buena alegoría de lo que sucede con la minería en la Argentina. La estabilidad fiscal otorgada en la década de los noventa atrajo a las grandes firmas, que invirtieron en proyectos importantes y posicionaron al país entre las diez naciones que más inversiones mineras reciben. El buen precio internacional de los minerales hizo el resto. Pero en los últimos años, la alta presión fiscal, sumada a la imposibildad de girar dividendos, a la voracidad creciente de las provincias por las utilidades del sector, al aumento de costos y a la inseguridad jurídica, encendió una luz roja en el sector. Es verdad que todo esto ocurre en un contexto global en el que las mineras no pasan por su mejor momento y en el que Vale, precisamente, está jaqueada por la caída del precio del hierro, su principal producto, provocado por la menor demanda de China. Pero no es menos cierto que en el mismo escenario países de la región, como Chile y Perú, han recibido una lluvia de inversiones en los últimos años. Dante Sica, director de la consultora Abeceb.com subraya que la minería tiene aún un enorme potencial a nivel local, pero aclara que en la actualidad enfrenta obstáculos coyunturales. «En los últimos años los inversores externos empezaron a inquietarse, debido, entre otras cosas, al cambio en las reglas de juego y el incremento de los desequilibrios en la macroeconomía local», analiza el economista en diálogo con La Nación. En un sector donde 99% de la inversión es extranjera, éste no es un dato menor. La minería representa aquí el 1% del PBI (era 0,3% en 2001), cifra que, según estimaciones de abeceb.com podría duplicarse para 2016, siempre y cuando se disipen los actuales nubarrones. El potencial geológico del país sigue intacto, pero con la misma «bendición de la naturaleza» Chile y Perú tuvieron en 2011 (último dato conocido) exportaciones mineras por US$ 60.000 y US$ 25.000, respectivamente, mientras que a la Argentina ingresaron en ese concepto sólo US$ 5500 millones. Un abogado especialista en derecho minero, acerca una explicación desde el punto de vista legal para estos contrastes: «La percepción es que en Chile hay mucha menos arbitrariedad jurídica que acá y que en Perú, si bien existe una alta conflictividad social, se observa más apoyo de la autoridad a la hora de hacer cumplir la ley». Es por eso que, en su opinión, la Argentina está subexplorada y subexplotada en lo que respecta a su riqueza mineral. Un abogado especialista en derecho minero acerca una explicación desde el punto de vista legal para estos contrastes: «La percepción es que en Chile hay mucha menos arbitrariedad jurídica que acá y que en Perú, si bien existe una alta conflictividad social, se observa más apoyo de la autoridad a la hora de hacer cumplir la ley». Es por eso que, en su opinión, la Argentina está subexplorada y subexplotada en lo que respecta a su riqueza mineral.
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