Ser la petrolera que peor relación entabló con el kirchnerismo no impidió que Shell siga expandiendo su presencia en el sector hidrocarburífero para continuar con la exploración y desarrollo de campos con acceso a Vaca Muerta, una de las formaciones de roca madre de la cuenca Neuquina, sindicada en la industria como un importante reservorio no convencional de petróleo y gas.
Tras perforar con buenos resultados cinco pozos exploratorios en las tres áreas que controla en la provincia patagónica, la petrolera adquirió participaciones en otros dos bloques de la cuenca que hasta ahora eran propiedad de la francesa Total. En rigor, a través de los decretos 545 y 546 firmados el viernes por el gobernador Jorge Sapag, la provincia aprobó la transferencia a Shell del 42,5% de los bloques La Escalonada y Rincón de las Cenizas. Total continuará siendo el operador con un 42,5% de los campos y el 15% restante seguirá en manos de Gas & Petróleo, la empresa provincial.
Shell, que en el upstream de Oil & Gas opera a través de la filial O&G Developments, realizó el año pasado descubrimientos de hidrocarburos en Sierras Blancas, un área que opera asociada con Medanito (25%) y Gas & Petróleo (10%). También perforó los campos Águila Mora y Cruz de Lorena. Los bloques están localizados en lo que se conoce como la ventana de shale oil de Vaca Muerta, es decir, la región caracterizada por la producción de crudo de arcillas (no convencional).
Según pudo saber El Inversor Online, la estrategia de la compañía angloholandesa -una de las tres mayores petroleras privadas del planeta- apunta a posicionarse también en otras regiones estratégicas de la formación, en especial en la ventana de gas rico, tal como se conoce en la jerga a la zona con producción de gas con líquidos (propano, butano, etano), una de las más requeridas por las empresas. Los dos activos adquiridos se encuentran en esa área.