Inversiones
Con importantes desafíos de infraestructura, el Gobierno espera que con el cumplimiento de los contratos se alcance el 20% estipulado en la matriz eléctrica en 2025. Para eso se necesitarán inversiones directas de más de u$s 1.500 millones por año.
Nadie niega el asombroso despegue de las energías renovables en la Argentina este año. Si bien en los números el país contaba con grandes recursos y disponibilidad para llevar a cabo una gran inserción en el mercado, ni los más optimistas referentes del sector, lo dicen ellos explícitamente, imaginaban este auspicioso paso inicial que cerró con la instalación de 1.000 Mw en la red eléctrica.
El Gobierno fue uno de los principales artífices en la ambiciosa jugada. Entre los programas y acciones que realizó para su fomentación, además del conocido RenovAr, se encontraron el Mercado Privado y EERR Distribuida, que se enfocaron en la descentralización del crecimiento del segmento; la cooperación nacional e internacional de provincias y municipios a través del IRENA, CEPAL, CIER, Multilaterales y GCF; el PERMER (Proyecto de Energías Renovables en Mercados Rurales), que promovió la electrificación rural eficiente y limpia; la promoción de la energía derivada de biomasa (Probiomasa) y la creación de un Centro Nacional de Energías Renovables. Con la incorporación 600 Mw eólicos, 300 Mw solares, 65 Mw de biomasa, 20 Mw de PAH (Pequeños Aprovechamientos Hidroeléctricos) y 15 Mw de biogás por medio de contratos a 20 años, se cumpliría el desafío inicial que propone la Ley 27.191: pasar del 1,9% actual al 4,5% en la participación de energías renovables en la matriz energética en 2018.
Según los números que maneja la Subsecretaría de Energías Renovables, para llevar adelante la totalidad de los proyectos la inversión directa sería de entre u$s 1.500 y 1.800 millones; si se toma en cuenta que para satisfacer la demanda eléctrica en 2025, que llegará a los 21 Gw de potencia (de los cuales 10 debieran ser renovables), se requerirá una inversión de u$s 15.000 millones en los próximos nueve años.
“El país dispone de una capacidad instalada de 33 Gw en energía térmica, pero sólo llega a 0,8 Gw en la actualidad, con una participación del 1,9% en la demanda. Por caso, falta regular la seguridad de las plantas y la inserción del gas purificado en las redes. Se viene trabajando con los diferentes organismos, centros y ministerios para que estos requerimientos que necesita la industria queden formalizados”, precisa Mariela Fullone, coordinadora en Dirección Nacional de Promoción de Energías Renovables en el Ministerio de Energía.
En ese sentido, se enmarcan como principales desafíos la firmeza del marco regulatorio, el financiamiento y la ampliación de infraestructura, sobre todo en la red de transmisión. “Se debe continuar trabajando en escalas, costos, eficiencia, oportunidad, readecuación y/o nuevas reglamentaciones, planificación de la expansión, financiamiento, precios y el marco tarifario de competitividad del sector, la ampliación de recursos humanos y difusión del segmento”, explica Fullone.
Las ventajas de la aplicación progresiva de fuentes limpias derivan en una mejora sustancial en el uso de la energía en el país. Desde un ahorro anual de combustibles de u$s 300 millones hasta una reducción de emisiones de 2 millones de toneladas de CO2/año (lo que equivale a 900.000 automóviles), los 17 proyectos adjudicados en nueve provincias representan el 2,9% del consumo eléctrico nacional.
Sucede que la producción de energía contribuye en un 20% de las emisiones totales de dióxido de carbono en la Argentina. “Excepto Venezuela, el país produce el doble de emisiones que el resto de los países de la región, excepto Venezuela, pero a la vez cuenta con una amplia cantidad de recursos para desarrollar la industria, no sólo de energía solar y eólica, sino también de biomasa, materia orgánica proveniente de subproductos agroindustriales y forestales para revertir drásticamente la situación”, señalan desde la Subsecretaría. ›|‹
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Ronda 1.5
La impensada ruta ascendente del segmento provocó que, antes de la estipulada Ronda 2 de ofertas el año próximo, el Gobierno publique a principios de noviembre nuevos pliegos de bases y condiciones para la “Ronda 1.5”, que busca la generación de 600 Mw a partir de fuente eólica (400 Mw) y solar (200 Mw).
La distribución de las ofertas fue igual que en la primer ronda: se realizó por regiones, constituyéndose cuatro para la energía eólica (Buenos Aires, Comahue, Patagonia y resto del país) y dos para la solar fotovoltaica (noroeste y resto del país) con 100 Mw cada una.
La diferencia está marcada en que en la segunda instancia de licitaciones se invitó a los oferentes a mejorar las ofertas presentadas y no adjudicadas. En ese sentido, el Ministerio de Energía recibió 47 ofertas por un total de 2.486 Mw, 1.561 Mw para proyectos eólicos y 925 Mw para solares.
Los precios máximos de esta nueva convocatoria se corresponden con los adjudicados en la Ronda 1: u$s 59,39 el megawatt/hora (Mwh) para eólica y u$s 59,75 el Mwh para solar. “La apertura de sobres se realizó el pasado 23 de noviembre, y el 25 del mismo mes se procedió a la adjudicación de los proyectos”, concluye Fullone.
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