Paños fríos y algo de cautela. A diferencia del panorama optimista que plantearon un día antes el timonel de YPF, Miguel Galuccio y los organizadores del evento, Alejandro Bulgheroni–uno de los dueños de la segunda petrolera más grande del país–trazó ayer un escenario no tan alentador para la explotación inmediata de los recursos no convencionales de Vaca Muerta.
Tras advertir que “desde 2010 se perforaron más de 90 pozos con resultados pocos satisfactorios”, Bulgheroni advirtió que “muchos piensan que se puede pasar rápido de la abundancia de los recursos a la abundancia de la producción, pero eso no sucede automáticamente y cuando no se entiende así, se generan conflictos”.
Al disertar en el congreso “Argentina Oil & Gas”, el director de Bridas también se mostró precavido con la reciente inversión por US$ 500 millones que la empresa prometió concretar bajo el paraguas del BAADE (Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico). Según Bulgheroni, esos recursos –que irán a parar a las arcas del Estado– ”ingresarán a medida que los acontecimientos lo requieran”.
El empresario–que junto con su hermano Carlos Bulgheroni controla el 50% de Bridas, la dueña del 40% de Pan American Energy (PAE) la segunda petrolera del país– destacó que Argentina enfrenta dos desafíos:”El primero, es lograr una mayor producción de hidrocarburos y el segundo, bajar los costos operativos para la explotación de los hidrocarburos no convencionales”. Así lo consignó Clarín.
Ante unos 300 empresarios y especialistas del sector, Bulgheroni señaló “si bien Vaca Muerta es uno de los mejores reservorios de hidrocarburos no convencionales del mundo, se necesitan grandes inversiones y varios años de trabajo para que las buenas expectativas actuales se conviertan en realidad”.
Agregó que “Vaca Muerta no es una formación homogénea y requiere el desarrollo de muchos pozos juntos para lo cual se deben traer equipos de perforación y de fractura hidráulica de última generación”.
Según Bulgheroni “por las características del negocio tenemos que pensar la explotación de Vaca Muerta como un proyecto minero más que petrolero”.
“Debemos lograr la mayor productividad posible en los trabajos de perforación y extracción para que los costos operativos sean competitivos con los de otros yacimientos similares del mundo”, alertó el empresario.