Para Wintershall, “el único lugar en el mundo fuera de Estados Unidos donde se pueden lograr proyectos económicos de shale es en Vaca Muerta”. La aseveración salió de la boca del CEO de la empresa petrolera que pertenece a la compañía química alemana Basf, Mario Mehren.
El directivo de la petrolera se refirió a los intereses de la empresa en Argentina, adonde tiene explotaciones hidrocarburíferas en Neuquén y Tierra del Fuego. “Cuando hablamos de Neuquén, todavía no llegamos a un nivel de costos para ser competitivos si lo comparamos con la producción en Estados Unidos”, dijo el directivo.
“Veo los primeros pasos en la dirección correcta, como el acuerdo que hizo el Gobierno con los sindicatos para bajar el costo de la mano de obra. La geología es excelente. El tema va a ser bajar los costos y traer las empresas de servicios que nos permitan hacerlo”, añadió Mehren.
En tiempos en los que Neuquén busca consolidar un sector dinámico que a partir de compañías locales pueda desarrollar el potencial que esperan las grandes petroleras de sus prestadoras de servicios, Mehren metió el dedo en la llaga del tejido socioeconómico local con su declaración a favor de la “exportación” de empresas del rubro.
Luego escarbó hacia el interior de la herida. Aseguró que en materia de empresas de servicio “hay poco si se compara Neuquén con la situación que tenemos en Estados Unidos. Es mucho más fácil conseguir equipos y tener servicios de transporte”.
Advirtió a su vez que “el sector de servicios alrededor del shale tiene que crecer. La infraestructura tiene que crecer”. Y agregó: “Hoy estamos desarrollando planes piloto. Empezamos en Bandurria Norte y vamos a perforar cuatro pozos en los próximos 12 meses. Si eso tiene éxito, vamos a entrar en un desarrollo full; vamos a perforar 20 pozos al año en esta concesión y multiplicar el nivel de actividad. Para eso se necesitan equipos de perforación, empresas de servicio, infraestructura”.
El líder de Wintershall se refirió también a los precios que obtiene la compañía por el gas que produce en el país y lo comparó con lo que le reditúa el producto cuando lo sacan de Rusia o el noreste de Europa.
Cuando le preguntaron si el precio subsidiado del gas no convencional en Argentina era el más alto del mundo, Mehren lo negó. “Son mejores todavía en Europa. Estamos produciendo en Rusia y lo vendemos ahí y en el noreste de Europa, donde los precios son bastante más agradables, aunque los costos son más altos. El millón de BTU ronda los 6 dólares”, espetó.
Y luego analizó que en Argentina el precio promedio para el millón de BTU ronda los cuatro dólares, a pesar de que con el subsidio del gobierno nacional se fijó un precio de 6,50 dólares para la unidad de medida.
“Ese precio es para la producción adicional por encima de una base. Y cuando lo cobramos vale menos por la devaluación. El precio promedio del país ronda los 4 dólares”, explicó.
4 dólares en promedio es la cotización del millón de BTU de gas en boca de pozo en Argentina, según los cálculos de la alemana Wintershall en el país, adonde tiene explotaciones en Tierra del Fuego y Neuquén. En Europa el millón de BTU cotiza a seis dólares con costos de producción más altos.
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