El subsecretario de Desarrollo Minero, Mario Capello, rechazó la iniciativa de volver a gravar retenciones a la exportación del sector, ya que el costo fiscal de reimplantarlas es menor a los beneficios que el Estado recauda y por el beneficio que el actual esquema significa para el empleo.
«Todo dirigente debería saber que sacar retenciones fue la continuidad de salarios para miles de familias argentinas y mayor recaudación en el Estado nacional y las provincias; gracias a esa medida hay más mineral que se puede procesar y esto no es otra cosa que empleos y tributación», enumeró el funcionario.
El costo fiscal total por quitar retenciones a la industria minera fue de u$s 130 millones anuales, menor al beneficio de 195 millones que el Estado recaudará por impuestos e irrelevante frente a los 910 millones que recibirán trabajadores y proveedores gracias a la riqueza mineral que ahora se aprovechará, detalló Capello en un informe.
«Ingresarán u$s 1.300 millones por exportaciones que no se hubiesen concretado, 12.500 trabajadores continuarán cobrando un buen salario y 2.350 pymes argentinas seguirán prestando servicios», calculó el subsecretario.
En 2007 se aplicaron retenciones que ningún país tenía y el resultado fue, hasta 2015, que Perú recibió inversiones por u$s 52.000 millones, Chile por 80.500 millones y Argentina 10.000 millones, cotejó Capello.
«La quita de retenciones ya logró que once empresas anunciaran inversiones de u$s 7.000 millones a partir del próximo año y para 2018 proyectos de oro, plata, cobre y litio; industria capaz de devolver esperanzas a esa mitad de Argentina que no es trigo, soja, carnes ni leche», consideró.
Mientras el pool sojero exportó en 2015 u$s 18.100 millones, el complejo chileno del cobre lo hizo por más de 31.000 millones, por lo que «al desatender la verdad pagamos un precio, el que resulta cada vez más alto al perdurar los desconocimientos», afirmó Capello.
«Sepamos que ese precio que estamos pagando es el de chicos viviendo en las calles y hombres y mujeres derrotados por una sociedad que los excluye, pero la mayoría de la dirigencia política escapa de la verdad, atajo usado para tranquilizar conciencias y decir lo que ‘la gente’ quiere escuchar», criticó.
Desde sueltos conocimientos se sigue afirmando que, con ese dinero que el Estado recaudaba se pueden resolver problemas de salud, educación, seguridad, violencia de género, incluso, aumentar el mínimo no imponible en el salario de los trabajadores: Demagogia y talento actoral destacan a quienes lo proponen, concluyó.
«Las opiniones que se vierten en el tema retenciones eliminadas a la actividad minera nos muestran sin ropajes, a quienes mayores deberes tienen con el país», rechazó el informe de Capello, replicado en el portal Mining Press.