Los petroleros de Neuquén arribaron a un entendimiento con la empresa YPF y empezaron a levantar los cortes que mantenían en Rincón de los Sauces, que amenazaban con dejar sin combustibles a la zona Cuyo y norte del país.
El secretario general de los petroleros privados de Neuquén y senador nacional Guillermo Pereyra confirmó que luego de cinco días de un conflicto relacionado con 126 trabajadores despedidos por la contratista OPS -en concurso de acreedores-, acordaron en la sede de YPF en Buenos Aires que una parte de ellos ingresarán de inmediato a otras contratistas mientras que los restantes serán incorporados progresivamente y se les pagará, hasta entonces, una contribución cercana a los $ 40.000 mensuales por hacer trabajos para la municipalidad.
Fue la segunda reunión que mantuvieron YPF y los representantes sindicales, encabezados por Pereyra y Marcelo Rucci, el jefe comunal de Rincón de los Sauces. La empresa comunicó oficialmente que «coincidieron en que el crecimiento sustentable de la industria va a generar nuevas fuentes de trabajo en el sector, que resolverán el desempleo coyuntural». Pero poco después plantea: «YPF en ningún caso aceptó negociar bajo la presión de los bloqueos».
Ante la consulta de este medio, voceros de la compañía indicaron que no cedieron «en nada». Según ellos, los cortes en la localidad que está en el límite de Neuquén y Mendoza, calificados como «accionar irresponsable», afectaron la normal provisión de electricidad a comunidades de la zona y dejaron «enormes pérdidas» para YPF y la provincia.
«Hay una situación difícil para YPF. Tienen la misma cantidad de gente que cuando el yacimiento producía 12.000 metros cúbicos por día y ahora está en mil y pico. Nuestra discusión es que es una empresa estatal y tiene que tener una mirada social», dijo Pereyra a radios provinciales.
Hasta ayer, YPF mantenía el alerta que había lanzado el fin de semana sobre el posible desabastecimiento de combustibles en 14 provincias de Cuyo y el norte del país, dada la reducción de las operaciones en su refinería de la localidad mendocina de Luján de Cuyo. Según YPF, por los cortes en Rincón esa refinería operaba a un 60% de su capacidad y peligraba la entrega normal de naftas y gasoil, pero la situación ya está solucionada.
Lo cierto es que mientras el Gobierno necesita atraer inversiones y muestra en el exterior que logró bajar costos en la producción de petróleo y gas por el acuerdo entre sindicatos y empresas para Vaca Muerta (y ahora también en Chubut para los yacimientos convencionales), cada tanto afloran las peleas internas. Es que los representantes gremiales afrontan presión de las bases, que no encuentran beneficios concretos (más allá del sostenimiento de la actividad) a los cambios que se firmaron y, de hecho, son difíciles de aplicar en las tareas diarias.
En estos días, además, el Ministerio de Trabajo de la Nación está convocando a los gremios y las compañías a negociar las paritarias de los trabajadores petroleros. Tanto Pereyra como Manuel Arévalo, el representante de los jerárquicos en Neuquén, irán con la idea fuerte de recuperar el salario real perdido en 2016. El año pasado lograron un aumento del 30%, que quedó, al igual que el resto, por debajo de la inflación. El acuerdo venció el 31 de marzo de 2017, por lo que las discusiones ya deberían estar casi cerradas. Sin embargo, en el sector todavía esperan un largo período de negociaciones.
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