Tras el acuerdo con Chevron, YPF comenzó a planear el programa financiero de 2014

La petrolera aspira a invertir cerca de u$s 5.000 millones el año que viene

La petrolera norteamericana desembolsará u$s 1.240 millones en los próximos 18 meses para desarrollar un proyecto piloto en Vaca Muerta con el que prevé extraer, mayoritariamente, shale oil. Esos fondos despejaron las eventuales incertidumbres financieras de la estatal para este año.

YPF aspira a incrementar su inversión en 2014. Más que un objetivo, es una necesidad. Con la crisis del sector energético argentino como telón de fondo, la petrolera bajo control estatal precisa elevar la actividad en los yacimientos petroleros para intentar recuperar la alicaída producción de petróleo y gas.

Con una participación cercana al 35% del mercado hidrocarburífero, YPF aspira a desembolsar el año que viene alrededor de u$s 5.000 millones; por encima de los u$s 4.200 millones previstos para 2013. Una alta fuente de YPF señaló que el acuerdo con Chevron para invertir u$s 1.240 millones en Vaca Muerta permitirá cubrir el presupuesto diseñado para este año. Es que del total que desembolsará la petrolera norteamericana, u$s 740 serán recaudados en YPF por la venta del acreaje en Loma La Lata y por el reembolso de los trabajos ya realizados.

El convenio fue suscripto por John Watson, presidente y CEO de Chevron, la cuarta petrolera privada a nivel mundial, y Miguel Galuccio, CEO de YPF. Y es una síntesis del nuevo pragmatismo oficial en materia petrolera: el Gobierno, que tuvo múltiples chispazos con Estados Unidos, eligió a la segunda petrolera de ese país para relanzar su política energética, afectada por la caída de la oferta local y el incremento obligado de las importaciones para cubrir la demanda interna.

YPF y Chevron crearán una joint venture repartida en partes iguales para encarar el desarrollo petrolero en una superficie de 20 km² en una nueva área denominada General Enrique Mosconi, ubicada en Loma La Lata Norte y Loma Campana.

La inversión inicial correrá por cuenta de la norteamericana. Según un comunicado de YPF, pondrá los primeros u$s 300 millones apenas el gobernador neuquino, Jorge Sapag, dé el visto bueno a la asociación. Será una prueba de fuego para él: deberá definir si aprueba, como le pide YPF, una concesión petrolera por 35 años, por encima de los plazos habituales para este negocio. Cuando se agoten esos fondos, comenzarán las inversiones en partes iguales.

YPF ya había iniciado los trabajos en la zona. El desarrollo total del área –que se realizará en una segunda etapa– requerirá la perforación de más de 1.500 pozos para alcanzar, en 2017, una producción de 70.000 barriles de petróleo y 3 millones de metros cúbicos de gas asociado por día. Si se cumplen los pronósticos de YPF, esa locación petrolera le permitirá aumentar un 25% su producción de crudo actual.

Posiciones disímiles

En el Gobierno consideraron infundadas las críticas por una eventual pérdida de soberanía. Una fuente que participó en las negociaciones destacó que la primera parte del acuerdo versa sobre una superficie pequeña de la concesión total de YPF en Vaca Muerta, que abarca 12.000 km. El área afectada por todo el proyecto, sin embargo, es de 395 km², poco más del 3% de la concesión total de YPF.

El acuerdo contempla que si Chevron quiere retirarse luego de la inversión inicial no se quedará con la mitad de esa superficie, sino con el 50% del área Mosconi. En cambio, si todo continúa de acuerdo con lo previsto, ambas empresas encararán una inversión cercana a los u$s 16.000 millones.

“Vaca Muerta es un activo de clase mundial y se ajusta perfectamente a nuestro sólido porfolio de recursos no convencionales”, sostuvo Watson en el comunicado. Galuccio explicó que el acuerdo implica “una asociación estratégica para la compañía y para la Argentina. Estamos poniendo en producción un recurso que puede cambiar el futuro energético de nuestro país. Los recursos no convencionales requieren una actividad intensiva, además de inversión, tecnología y capital humano”

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“No hay base legal para un litigio de Repsol”

La frase la dijo Kurt Glaubitz, vocero de Chevron Corporation, sobre la posibilidad de un eventual planteo de la compañía española a la que el Estado le expropió el año pasado YPF, firma con la que ahora la empresa estadounidense decidió asociarse, con una inversión de u$s 1.240 millones hasta fin de 2014.

—¿Por qué se asociaron con YPF?

—La explotación de los recursos no convencionales puede revolucionar el paradigma energético en la Argentina, como ya ha ocurrido en los Estados Unidos.

—¿Cuál es el potencial de Vaca Muerta?

—El potencial de Vaca Muerta es enorme. YPF prevé que la producción podría alcanzar los 80.000 barriles de petróleo equivalente por día, y que parte de la producción de Chevron podría ser de 40.000 barriles por día en 2017.

—¿Temen a los planteos judiciales de Repsol?

—Repsol ha iniciado acciones legales en los Estados Unidos y en España, y la compañía se está defendiendo enérgicamente en ambos países. No hay ninguna base legal que justifique un litigio de Repsol contra Chevron Corporation, Chevron EE.UU. o Chevron Argentina. Por ese motivo, Chevron Argentina sigue firmemente comprometido con su relación comercial a largo plazo con YPF.

—¿Podría dar detalles del acuerdo?

—Se financiará un programa piloto que incluirá 100 pozos en 5.000 hectáreas, una fracción de una región más amplia de 96.000 hectáreas. Chevron proporciona el 50% de la financiación y recibirá una parte proporcional de las ganancias. Este acuerdo nos da tranquilidad para remitir ganancias por arriba de lo reinvertido.

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Un tribunal francés, el árbitro

El contrato entre YPF y Chevron se regirá de acuerdo con las leyes de Nueva York y cualquier diferendo que requiera arbitraje se dirimirá en París, en los tribunales de la Cámara de Comercio Internacional (CCI), y no en el Ciadi, donde la Argentina acumula causas por u$s 20.000 millones.

La ley de Nueva York es la misma que hizo que el juez de distrito Thomas Griesa se convirtiera en un dolor de cabeza para el Gobierno argentino por sus sentencias favorables a los fondos buitre. Sin embargo, el Gobierno e YPF intentaron saltar los tribunales neoyorquinos. Los diferendos los resolverá el CCI y no el Ciadi, a donde recurrió Repsol para reclamar una indemnización por la expropiación del 51% de la compañía.

 

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