A pesar de que el ministro de Economía, Axel Kicillof, manifestó públicamente que el presidente de Shell, Juan José Aranguren, se había comprometido a retrotraer la suba del 12% que aplicó en sus productos esta semana hasta el 6%, que fue el techo que el miércoles autorizó el Gobierno al sector, la petrolera anglo-holandesa todavía no modificó sus precios.
Si bien no emitió un comunicado oficial, Shell hizo saber a las estaciones de servicio a las que les vende los combustibles que refina que no realizará ajustes en la lista de sus productos hasta tanto se le garantice un precio más barato para el crudo que compra a las petroleras productoras. Así lo revelaron fuentes expendedoras consultadas por El Cronista. «Hoy (por ayer) en la empresa nos informaron que no habrá cambios en la lista de precios y que se está buscando alguna petrolera que venda crudo liviano a un valor que cierre con la ecuación del aumento del 6% que permitió el Gobierno», explicó el dueño de una estación de servicio del interior. «Es lógico lo que plantea Shell porque si compró una cantidad importante de barriles a un tipo de cambio de $ 8 y todavía le queda bastante stock por liquidar va a estirar lo máximo el tiempo que pueda para negociar con las productoras un precio más bajo para no perder rentabilidad», analizó el presidente de una cámara de expendedores, quien agregó que «si la compañía no rebaja sus precios, los estacioneros tampoco lo harán».
No obstante, fuentes del Palacio de Hacienda advirtieron que la empresa aún tiene margen estos días para adecuar sus precios según lo acordado y que el Gobierno les había prometido estabilidad en el tipo de cambio. En el entorno de Kicillof, sin embargo, también habían confiado a este diario que la reunión a solas entre el ministro y Aranguren no se desarrolló en los mejores términos. El presidente de Shell fue criticado duramente por varios funcionarios del Gobierno en los últimos días por los ajustes que realizó.
En tanto, el equipo económico de Cristina Kirchner no terminó de cerrar el acuerdo que está negociando tanto con compañías productoras de hidrocarburos como con refinadoras para establecer un tipo de cambio diferencial en las transacciones de compra-venta de crudo liviano (Medanito) en el mercado interno que hoy cotiza a u$s 82 el barril. Según comentaron fuentes petroleras que participaron de las negociaciones, se está estudiando en retrotraer el valor del dólar al que tenía el 21 de enero ($ 6,88) y mantenerlo invariable hasta el mes de abril. La controversia que esa medida casi inédita genera en la industria es la incógnita de qué actor de la cadena de valor asumirá la diferencia. Los grandes perdedores son las empresas productoras y las provincias que cobrarían menos regalías por este tipo de cambio diferencial. E los próximos días continuarán las negociaciones.