En la antesala de la firma de un nuevo pacto federal rubricado el jueves por los diez gobernadores petroleros, el anfitrión del encuentro, el ministro de Planificación, Julio De Vido, sorprendió a los mandatarios con una frase: “Petrobras es un desastre en el upstream”, cuestionó el funcionario. Lo escuchaban los gobernadores de Chubut, Martín Buzzi; de Formosa, Gildo Insfrán; de Río Negro, Alberto Weretilneck, y representantes del resto de los distritos petroleros.
Los asistentes querían saber el alcance del acuerdo hidrocarburífero, presentado como una herramienta para frenar la caída de la producción, que se aceleró durante el primer trimestre y provocó un fuerte incremento de las importaciones de gas (el 49,7% entre enero y abril).
De Vido pidió a los gobernadores que “avancen con el monitoreo de todas las concesiones petroleras, para determinar las áreas en las que las empresas no concretaron las inversiones prometidas”. Pero aclaró que “a Petrobras hay que dejarla afuera del proceso de revisión”. “Merece un análisis particular que va a realizar el Gobierno nacional. Es un desastre en el upstream (exploración y producción de hidrocarburos)”, criticó el ministro, según pudo reconstruir Perfil en base al testimonio de tres fuentes que participaron de la reunión.
Es la primera manifestación de un representante de la Casa Rosada después de que la semana pasada Petrobras Brasil desistiera de la venta del 51% de los activos de Petrobras Argentina a manos de Oil, la petrolera del empresario Cristóbal López. La decisión significó un duro golpe para el Grupo Indalo, que lidera el empresario patagónico, que ya daba por hecha la operación. Hasta el propio De Vido les había confirmado a los gobernadores que la transacción estaba cerrada. Sin embargo, desde Brasilia ordenaron dejar sin efecto la negociación.
La embestida de De Vido abrió lugar a interpretaciones disímiles. Algunos esperan represalias del Gobierno hacia la petrolera, que desde 2009 –al igual que muchas empresas del sector– redujo 18% su producción de crudo y 28% la gasífera. Otros descartan que la presidenta Cristina Kirchner autorice una avanzada contra Petrobras que tensionaría más la relación con Dilma Rousseff. “Tras el caso Repsol YPF yo no descarto nada”, razonó un funcionario.