El “relato” oficial se estrelló, otra vez, contra la realidad. Tras haber amenazado hace sólo un mes con la quita de las concesiones por los cortes de luz y luego de atacar duramente a los ejecutivos de ambas empresas por el deficiente servicio, ahora el Gobierno salió en auxilio de Edesur y Edenor con el otorgamiento de créditos para una serie de obras prioritarias.
La medida –que implica un claro reconocimiento de las dificultades económicas que afrontan las empresas por la falta de actualización tarifaria– fue adoptada por la Secretaría de Energía, que ya le concedió una ayuda a Edesur y se apresta a hacer lo mismo con Edenor en los próximos días.
Ante un pedido de “asistencia financiera” de Edesur para implementar un “plan de inversiones extraordinarias”, la administración kirchnerista le concedió un crédito de $ 205 millones con recursos de Cammesa, la administradora estatal del sector eléctrico.
De acuerdo con lo establecido en la resolución 10/2014 de Energía, las “obras necesarias para la reposición y ampliación de las instalaciones eléctricas” que definió Edesur serán financiadas con un préstamo que se instrumentará con “un contrato de mutuo entre la distribuidora y Cammesa” y que tendrá una tasa de interés equivalente al rendimiento medio de las colocaciones financieras que realiza ese organismo, según publicó Clarín.
En los fundamentos de la norma, el Gobierno reconoce la crítica situación económica y operativa que enfrenta el servicio eléctrico y que los funcionarios vienen negando públicamente. Destaca expresamente que, “a fines de sostener el crecimiento de la actividad económica, resulta necesario tomar medidas que deben adoptarse de inmediato y que sean capaces de adecuar la situación en que se encuentran las redes de distribución a efectos de minimizar potenciales riesgos de abastecimiento”.