Según un informe de la consultora Deloitte
La pérdida de rentabilidad que vienen sufriendo las mineras debido al aumento en los costos productivos y la depreciación de los commodities constituye la principal amenaza que afrontará el negocio esta temporada.
Ante un clima de excesiva volatilidad en los precios y el consumo de los commodities, las mineras lidiarán con un período de fuertes cambios estructurales. Así lo prevé “Tracking the Treads 2014”, informe en el que Deloitte enlista los 10 mayores riesgos que deberá enfrentar el negocio a escala mundial.
Según el trabajo, no hay mayor amenaza para la supervivencia de las firmas del sector que la caída de su productividad. “Pese a la debilidad que expresan los valores de los commodities, los costos productivos (laborales, energéticos, de equipamientos y de insumos) siguen tercamente altos”, enfatizó la consultora.
A decir de Phil Hopwood, líder global del área de Minería de Deloitte, en este complejo escenario las empresas tendrán que probar su capacidad de adaptación al cambio. “Para afrontar la inflación, promover la eficiencia y reconstruir la confianza de los inversores, se verán forzadas a poner el foco en la sustentabilidad de la gestión de costos y en la integración de la cadena de valor”, aseguró.
La incertidumbre que suscita el desbalanceado mercado de los commodities y la permanente necesidad de innovar se erigen como otros dos desafíos de envergadura. “Al no poder prever cuál será la demanda ni el precio de los metales, las mineras deberán sustituir sus tradicionales herramientas de evaluación presupuestaria y diseñar estrategias que incluyan sinergias de porfolios a fin de contar con más y mejor información a la hora de tomar decisiones”, apuntó el estudio.
En cuanto a la apuesta por la innovación, Deloitte resaltó que los nuevos proyectos se localizan en áreas más remotas y presentan condiciones más difíciles de operación, mientras que la energía ya constituye entre un 40% y un 60% de los costos. Ante estas variables, será imperioso modificar la composición del suministro energético, además de renovar las prácticas y los procesos usualmente utilizados. “Si quieren tener verdaderas ventajas competitivas, las empresas tendrán que mirar más allá de las simples mejoras de funcionamiento, revisar sus sistemas y abrazar el amplio tema de la innovación”, manifestó Jürgen Beier, líder de Minería de Deloitte en Canadá.
Otras dificultades
El limitado acceso al financiamiento seguirá siendo una preocupación para las mineras, sobre todo para las junior, cuya supervivencia está puesta en jaque por la escasez de capitales. “Los shareholders se muestran vacilantes y todo indica que el mercado de las fusiones y adquisiciones permanecerá inactivo hasta que haya una mayor claridad sobre la evolución de la demanda”, anticipó Jeremy South, líder de Fusiones y Adquisiciones Mineras de Deloitte en China.
Por otro lado, la falta de información fidedigna sobre el desarrollo de muchos proyectos pondrá en duda la asignación de capitales. “Es hora de reevaluar las iniciativas que realmente merecen seguir adelante y dejar de lado las que no garantizan ser rentables”, sentenció Russell Banham, líder de Energía y Recursos de Deloitte en la Commonwealth.
Completan el top-10 de amenazas para la minería las crecientes demandas de las comunidades locales, una relación cada vez más hostil con las autoridades gubernamentales, la rigurosidad en alza de la normativa ambiental, la necesidad de cambiar la denominada “ecuación de la seguridad” (pasar de “cero incidentes” a “cero víctimas fatales”) y la falta de nuevos talentos, en ese orden. ›|‹