En un área de 1.800 hectáreas cercana a Andacollo
Swissland Gold solicitó un permiso a la Dirección Provincial de Minería para poner en desarrollo una manifestación del metal precioso en el campo Adolfina, localizado dentro del departamento de Minas, en el norte neuquino.
Mientras se define el futuro del proyecto Andacollo, una minera de procedencia suiza solicitó el reconocimiento de una manifestación de descubrimiento de oro y tramitó un permiso ante la Dirección Provincial de Minería para explotar el recurso en un área ubicada dentro del departamento de Minas, en el norte de Neuquén.
Se trata de Swissland Gold, organización que tiene personería jurídica en la provincia de Buenos Aires y controla la mina de baritina Los Álamos en el departamento neuquino de Loncopué.
El campo a desarrollar, denominado Adolfina, tiene una superficie total de 1.800 hectáreas (Has). En estos momentos está rigiendo el plazo de dos meses para quienes se consideren con derecho a realizar oposiciones sobre el pedido.
Por otro lado, en estos días se esperan definiciones sobre la continuidad de Andacollo. Hay cuatro grandes candidatos para hacerse cargo de la mina: la empresa chilena SF Ingeniería y las canadienses Latin American Minerals, Trident Gold y GSC Resources.
Según Martín Irigoyen, presidente de la estatal Cormine, aunque el proyecto no sea de gran envergadura, la reciente corrección del valor del dólar y la eliminación de las retenciones a las exportaciones mineras reavivaron su atractivo. “Se trata de un emprendimiento chico, pero viable”, explicó el directivo.
La idea del Gobierno provincial es concesionar las 24.000 hectáreas (Has) de la iniciativa –que entró en stand by en diciembre de 2014– por un plazo de 25 años. Quien se adjudique su concesión tendrá la obligación de regularizar la situación de los casi 150 trabajadores que dependían de la anterior operadora (la local Andacollo Gold), reconociendo su antigüedad y remuneración.
“Aspiramos a que la producción de oro y plata se ponga en marcha en un período máximo de dos años con un ritmo de al menos 600 toneladas (Tn) de minerales diarias, además de que se garantice una inversión mínima de u$s 1
millón anuales”, puntualizó Irigoyen, quien agregó que desde hace un año y medio Neuquén lleva invertidos más de $ 35 millones para afrontar el pago del salario de los trabajadores y sostener el mantenimiento de las instalaciones y el equipamiento.
Minería industrial
Más allá de la reactivación de Andacollo y del posible aprovechamiento aurífero de Adolfina, la minería neuquina carece de tradición dentro del ámbito metalífero. El desarrollo de la actividad, de hecho, se ha basado históricamente en la puesta en valor comercial de áridos, minerales industriales y de tercera categoría.
De cara al futuro, la suerte del sector parece inexorablemente entrelazada con la explotación del megayacimiento de hidrocarburos no convencionales Vaca Muerta. Sucede que los minerales industriales y los de tercera categoría explican más de un 70% de la producción a nivel provincial. Y Neuquén espera abastecer al incipiente negocio del shale con esos insumos, ya que la explotación de Vaca Muerta necesitará grandes volúmenes de baritinas, bentonitas y asfaltitas, entre otros recursos.
Si bien los proyectos de este tipo no inciden tan fuertemente en la economía provincial como sí lo hacen los de carácter metalífero, no resulta menos cierto que el proceso de industrialización de éstos puede promover un significativo número de puestos laborales, junto con un alto valor agregado a las materias primas. ›|‹
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