Una quita de subsidios a la energía podría provocar un “shock” inflacionario

En plena carrera electoral, la pregunta sobre qué sucederá con los subsidios a los servicios se mantiene vigente. La evolución en los últimos años fue sideral: en 2003 los subsidios eran de apenas u$s 200 millones y hoy alcanzan los u$s 18 mil millones, lo que implica que se multiplicaron por 90.

Los economistas coinciden en que la quita de subsidios, según como se efectúe (parcial o total), impactará de diferentes maneras en la inflación y algunas investigaciones advierten sobre un posible “shock” inflacionario.

“Un aumento del precio de la energía para eliminar los subsidios provoca un shock del 11% sobre la tasa de inflación de corto plazo, si bien reduce la misma en el largo plazo”, sostiene un reciente informe de FIEL que agrega que “una devaluación y un correspondiente acomodamiento de los salarios agudizarían más este shock inflacionario de corto plazo”.

Los subsidios a la energía representan hoy aproximadamente el 3% de PBI en la Argentina, mientras que a nivel mundial el promedio es del 0,7%. Así lo consignó El Cronista.

Según la consultora Bconomics “el ajuste promedio en tarifas de electricidad debería ser como mínimo de 600% para devolver cierto equilibrio a la estructura de precios relativos considerando inflación y devaluación acumuladas desde 2002”.

Según Bconomics, para reducir a la mitad el déficit fiscal, actualmente en 5,7% del PBI, se debería considerar un aumento de casi el 400% en las tarifas de energía residencial. Y si el nuevo Gobierno pretendiera que las empresas de energía sean autosuficientes y reinviertan sus ganancias, el aumento en tarifas debería ser aún mayor.

“El precio de los bienes y servicios regulados por el gobierno creció sólo 2,9% en lo que va del año, un tercio de lo que lo hizo el resto de los precios de la economía (+8,3%) en el mismo periodo. Además, el alza en los precios controlados por el Gobierno corresponde a los bienes y servicios que menos atraso muestran (teléfonos, correo o cigarrillos), mientras que las tarifas más subsidiadas (electricidad, gas, agua y transporte) no mostraron movimiento alguno”, resaltan desde la consultora Ecolatina.

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