Uruguay se dispone a subir impuestos a las importaciones, incluso del Mercosur, anunció el presidente del partido de gobierno tras reunirse con el equipo económico. La «tasa consular», que debía eliminarse por indicación de la Organización Mundial de Comercio (OMC), está en 2% para las importaciones de cualquier país y será aumentada a 3% para los bienes provenientes de la Argentina y Brasil, y a 5% para los de extra zona.
Seguirán exceptuadas las importaciones de bienes de capital y las de petróleo, y se mantendrá la tasa de 0% para México por el tratado de libre comercio bilateral.
El ministro de Economía, Danilo Astori, y el equipo político y técnico del gobierno de Tabaré Vázquez, transmitió a las autoridades del oficialista Frente Amplio los lineamientos del proyecto de ley que deben presentar antes de fin de mes al Parlamento: la Rendición de Cuentas 2016 y el nuevo presupuesto para 2018.
Ni Astori ni otras autoridades quisieron dar detalles a la prensa sobre el contenido del proyecto, pero el presidente del Frente Amplio, Javier Miranda, anunció que el gobierno se propone aumentar el gasto en educación y otros servicios sociales en unos US$ 112 millones anuales, y que eso se financiará con impuestos a las importaciones y a los juegos de azar.
La tasa consular venía de tiempos de la dictadura militar pero había sido eliminada en el gobierno de Luis Lacalle, en octubre de 1991, en el marco de la apertura comercial y de la integración en el Mercosur. Tiempo después, cuando en medio de una fuerte recesión, tanto la Argentina como Brasil adoptaron medidas proteccionistas, el gobierno de Jorge Batlle reimplantó el impuesto, en febrero de 2002.
El gobierno del Frente Amplio modificó dicho régimen en 2010 y se analizaba su derogación.
El anuncio, que precisa la aprobación del Parlamento, ya generó rechazo entre economistas y consultores. El Director de Negocios Internacionales e Integración de la Universidad Católica del Uruguay, Ignacio Bartesaghi, dijo que «en un país que está insertándose en el comercio, este anuncio es una mala señal».