Sobre la base de un informe elaborado por la consultora Deloitte
Desbloquear las mejoras en la productividad, aumentar el valor de los accionistas y adoptar nuevas formas de colaboración son los tres principales desafíos a sortear en una temporada que, a diferencia de las últimas, se vislumbra netamente favorable.
Luego de varios años complicados, las mineras tienen razones para avizorar con optimismo la evolución de los precios de las materias primas, además de esperar un eventual crecimiento de la producción y un horizonte más auspicioso en materia de costos. Eso se desprende de “Tracking the trends 2017”, informe en el que Deloitte enlista los 10 mayores retos que la minería afrontará esta temporada a nivel global.
El número uno, según la consultora, pasa por desbloquear las mejoras en la productividad a través de las últimas novedades tecnológicas. La incorporación de camiones sin conductor, sensores, drones, modelado en tiempo real y geocodificación puede, de hecho, contribuir con la eficiencia y crear una beneficiosa “cultura de innovación”, tal como la definió Christian Durán, líder de Recursos y Energía de Deloitte.
En segundo término se sitúa el mejoramiento del valor de los accionistas, que viene en baja desde 2011. “De ahí que el segmento deba concentrarse en optimizar sus carteras, fortalecer los procesos de fusiones y adquisiciones, mantener el enfoque en el costo y hacer inversiones de largo plazo”, indicó el trabajo.
Adoptar formas de colaboración es otro importante desafío a superar. Para ello, hay que “dejar de pensar de forma individual” y reconocer el valor de operar dentro de un “ecosistema”, incluyendo la conformación de asociaciones ampliadas, la transformación de proveedores en socios y la colaboración con competidores.
Un cuarto reto lo ofrece la Revolución Digital. “Cada minera debe incorporar el pensamiento digital, los procesos y las estructuras en toda la organización”, sintetizó el estudio.
En quinto lugar, “Tracking the trends 2017” instó a combatir una amplia gama de riesgos y amenazas virtuales, a partir del fortalecimiento de los programas de seguridad cibernética en el sector.
Otros desafíos
En sexto lugar, Deloitte destacó la importancia de la cooperación público-privada. Aunque la relación entre las compañías mineras y los gobiernos siempre ha sido tensa, es hora de fomentar una visión compartida del sector y de encontrar un punto medio que alinee intereses y favorezca la colaboración en torno al cumplimiento de regulaciones.
Otra variable a considerar tiene que ver con la obtención de la licencia social para operar. Según la consultora, los proyectos mineros suelen tener múltiples opositores, pero las empresas pueden ganarse la confianza de las comunidades promocionando sus buenas prácticas y disminuyendo su huella ambiental.
Asimismo, “Tracking the trends 2017” remarcó la necesidad de hacer foco en las prioridades estratégicas del segmento. En ese sentido, las mineras deben seguir transformando sus modelos operativos, desde la externalización y el rediseño de sus procesos hasta la centralización o descentralización de su administración. “Las compañías con buenos modelos de operación son las que tendrán mejores márgenes e ingresos”, resumió el informe.
En cuanto a la mano de obra, el reporte enumeró las ventajas de contar con trabajadores saludables e incentivar los lugares de empleo inclusivos a la hora de elevar la productividad. “En ambos aspectos, la industria aún presenta un bajo rendimiento”, advirtió el directivo.
La creciente relevancia de la transparencia, en tanto, figuró en el último lugar del top-10. Para Deloitte, las mineras están cada vez más escrutadas por los organismos reguladores, mientras que los inversionistas son cada vez más demandantes en términos financieros. Estandarizar cierta información e incluso correr el riesgo de “sobrerreportar” surgen, entonces, como interesantes pasos a seguir. ›|‹
Comentarios: