El embajador en amena charla con el Inversor Energético y Minero (Leer mas)
Tras la apertura de capitales, el país trasandino vislumbra una gran oportunidad de contribuir con el desarrollo local en la industria de la minería y la energía.
El nuevo escenario comercial que genera la apertura de capitales internacionales implementado por la administración de Mauricio Macri desde comienzo de año parece augurar una infinidad de oportunidades en la industria minera. Chile, conocido por su potencial geológico y sus altos niveles de institucionalidad, se presenta como un aliado con importantes mecanismos de desarrollo e inversiones bilaterales. “Las últimas reglamentaciones marcaron mucho interés empresarial chileno de importar y exportar con facilidad. Hay una gran oportunidad en todos los sectores”, definió José Antonio Viera Gallo, el Embajador de Chile en la Argentina, en diálogo franco y amable con Francisco Vadone, Editor Editorial del Inversor Energético & Minero.
Su planteamiento es claro: el país trasandino ya invirtió en la Argentina u$s 18.000 millones, por lo que su posicionamiento en el mercado local apunta a un desarrollo integral de la industria. “La Alianza del Pacífico es una señal importante de esta nueva perspectiva. Empresas argentinas podrían añadir valor a productos en Chile y exportar a China, Estados Unidos y la Unión Europea, entre otros. Nosotros contamos con 65 países con tratados de libre comercio. De ese modo, lo único que requiere el empresario argentino es cumplir con la exigencia de cada tratado para que el producto vaya con la denominación de origen chilena”, explicó Viera Gallo.
El túnel de Agua Negra va en esa dirección. Con el apoyo de ambos países se llevará a cabo la iniciativa, que conectará los océanos Atlántico y Pacífico y será clave para la integración de nuevos proyectos e intercambio de productos. “En lo que se refiere a nuestra Región Norte, tenemos un acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para financiar el Corredor Bioceánico que logrará atravesar la Cordillera uniendo San Juan y Coquimbo, con una longitud 13 kilómetros y a una altitud promedio de 3.800 metros, ”, anticipó.
La construcción de esta obra, cuyo costo oscila entre los u$s 1.200
y los u$s 1.400 millones, que demandará ocho años. Una vez licitada, en la ciudad chilena se edificará un aeropuerto. “Fuimos al lugar con el presidente del BID, el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, y el gobernador de San Juan, Sergio Uñac, e incluso recorrimos en helicóptero 90 kilómetros para comenzar los estudios de ingeniería, en los que ya hay un préstamo firmado por u$s 50 millones que otorgará el BID”, detalló el funcionario.
Otras inversiones que muestran el fortalecimiento de los lazos entre ambos países son la explotación gasífera de Enap e YPF
en Tierra del Fuego, donde se desembolsarán u$s 165 millones para conectar el petróleo de las plataformas que se encuentran en el mar del sur de la Argentina, y el aprovechamiento de litio en SQM en Jujuy, con una inversión de u$s 600 millones. “La Argentina no sólo es un país agrícola o petrolero, también contiene riqueza minera que puede beneficiarse de la experiencia chilena para no repetir errores. Con el cambio de Gobierno hay una gran oportunidad para complementar las economías”, resaltó.
Grandes expectativas
Un caso emblemático a la hora de pensar en la complejidad de unir la minería argentina y chilena surge en el desarrollo de Pacua-Lama. Según Viera Gallo, el tratado minero binacional para avanzar con el proyecto fue visionario. “Por desgracia, los incumplimientos de ciertas exigencias ambientales por parte de la operadora derivaron en altas multas, paralización de otras obras y rechazo de la comunidad hacia la actividad”, lamentó.
Si bien está a la espera de la resolución del Tribunal Ambiental chileno para ver si puede continuar con los trabajos, la empresa comprendió que debe elevar sus estándares de funcionamiento, a entender del Embajador. “No es el único emprendimiento que aguarda una decisión judicial. Pero, por otro lado, existen otras actividades que compiten con la minera por el suministro de agua”, señaló.
Sucede que en casi la misma posición se encuentra El Pachón. La compañía, Pelambres, construyó una escombrera, parte de la cual cayó, por error, en el lado argentino. “En este momento, el juzgado de San Juan dictaminó que hay que cerrar esa escombrera. Ya existen los permisos, y eso es lo que se hará con una supevigilancia de la universidad de esa provincia cuando el clima lo permita, pero en la base de esta decisión del juez hay un juicio, debido a que ese terreno, que es argentino, parece ser propiedad de Pachón”, afirmó el funcionario.
Proveedores argentinos
En ese sentido, por mandato de la Constitución no se puede realizar ninguna discriminación entre empresas chilenas y extranjeras, lo que habilita a una proveedora argentina a tener la misma regulación que una de nuestro país, y por medio de un acuerdo comercial-económico con el Mercosur, AC35, que tiene 20 años y más de 50 protocolos adicionales, se regula la relación económica entre Chile y los países del Mercosur, que básicamente son la Argentina y Brasil.
La Embajada tiene proyectado, junto con la Cámara chileno-argentina de comercio y otros organismos del sector minero, un seminario a fin de año con operadores de la minería chilena, tanto del sector privado como del sector público, y también con la pequeña y mediana minera para intercambiar experiencias. “Tenemos la esperanza de que mejore el comercio y la inversión para crear cadenas de flujos de valores. Este año tenemos programadas cuatro ruedas de negocio en regiones limítrofes con chile para poner en contacto a los empresarios regionales, chilenos y argentinos. Eso va a ocurrir en Mendoza, Salta, Neuquén y Santa Cruz”, remarca.
A su entender, hoy en día es muy importante que todo proyecto minero contemple cumplir con cada exigencia medioambiental, laboral y de compromiso con la comunidad, entre otras. Hay una gran oportunidad; nosotros teníamos una muy buena relación política con los gobiernos anteriores. Sin embargo, las relaciones económicas habían caído por las regulaciones internas de la Argentina, y eso afectó mucho el flujo de inversiones y el comercio, pero con el cambio de reglas que hubo surgió un nuevo interés del mundo empresarial chileno por mirar a la Argentina», asegura Viera Gallo. ›|‹
Por Francisco Vadone
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