La crítica situación financiera que las principales empresas del sector venían soportando en los últimos años –como consecuencia de la caída en los precios internacionales de los metales– comienza a quedar atrás gracias a la reactivación de la demanda china.
Por el derrumbe de los valores de los commodities mineros, las 40 mayores empresas del sector a escala global promediaron –según datos de la consultora PwC– una caída bursátil de un 44% entre 2010 y 2013. Durante 2014, en tanto, la capitalización de estas organizaciones disminuyó en alrededor de u$s 280.000 millones, mientras que sus deudas netas acumularon un alza de un 42%.
Vale aclarar que una debacle similar experimentaron 17 de las 20 mayores petroleras a nivel mundial (tan sólo eludieron esa suerte las chinas PetroChina, Sinopec y China National Offshore Oil Corporation –CNOOC–), cuyo valor bursátil entre 2014 y 2015 descendió un 18,6%. En términos monetarios, esa proporción implicó –de acuerdo con un informe de Citibank– una pérdida de más de u$s 154.000 millones.
El deterioro financiero de las 40 mineras más grandes del mundo –que en las últimas dos temporadas se cobró el cargo de casi la mitad de sus CEOs– recién comenzó a contenerse, a duras penas, en el transcurso del año pasado, gracias a la aplicación de planes de ajuste de costos, paralización de proyectos y venta de activos. “Las corporaciones basaron sus acciones en una férrea disciplina del capital, evaluando muy detenidamente dónde y cómo invertir, recortando sus gastos y elevando sus niveles de productividad”, resumió Colin Becker, especialista minero de PwC.
Por estos días, al fin, las mineras top vislumbran el horizonte con renovado optimismo en función del mayor flujo de caja que les proporciona la recuperación en la cotización de los metales, fenómeno motivado por la reactivación de la demanda del gigantesco mercado chino. De hecho, actualmente las empresas del segmento están reduciendo sus saldos en rojo y pagando las deudas contraídas más rápido de lo previsto.
Asimismo, en este nuevo escenario, grandes firmas que venían de sufrir preocupantes mermas en sus calificaciones crediticias –como la australiana BHP Billiton, la sudafricana Rio Tinto y la británica Anglo American– están recobrando paulatinamente la confianza de las agencias.
Cifras y proyecciones
De acuerdo con la prestadora de servicios financieros Canaccord Genuity, en lo que va de 2016 la deuda neta de Anglo American descendió desde un 37,7% hasta un 35,4% de su capital accionario, al pasar de u$s 12.900 millones a u$s 11.700 millones. En paralelo, la proporción de endeudamiento de Rio Tinto bajó desde un 24% hasta un 23%.
Según las proyecciones de Credit Suisse, la deuda neta de BHP pasará desde los u$s 24.400 millones reportados a fines de junio de 2015 hasta unos u$s 19.100 millones para mediados de 2018. Sobre la base de datos de la compañía especializada Markit, el costo de proteger u$s 10 millones de deuda de esta minera contra un eventual default durante cinco años bajó desde los u$s 225.000 anuales en febrero hasta los u$s 124.000 de hoy.
El endeudamiento de Vale, por su parte, se redujo desde u$s 27.510 millones en junio del año pasado hasta u$s 25.230 millones a comienzos de esta temporada. Y el costo de protección de deuda de la minera brasileña retrocedió desde alrededor de u$s 416.000 hasta u$s 415.000.
En cuanto a Glencore, se estima que el rojo neto podría bajar un tercio durante este año. Y, según Markit, su costo de deuda se desplomó desde más de u$s 1 millón hace unos meses hasta aproximadamente u$s 250.000 en la actualidad. ›|‹