San Juan. Con una inversión exploratoria por $ 160 millones
Aunque la mina está en Plan de Cierre, la idea es alentar la exploración para ampliar el nivel de reservas y eventualmente construir una segunda planta procesadora para aprovechar los metales preciosos que se ubican a mayor profundidad.
Que Gualcamayo se encuentre en pleno proceso de Plan de Cierre no significa que efectivamente deje de funcionar en el corto plazo. Este año, de hecho, el proyecto de oro y plata que maneja Yamana Gold será sede de inversiones exploratorias por alrededor de $ 160 millones.
Según Marcelo Agulles, gerente de Comunicaciones de la compañía, hoy se están evaluando distintas opciones para darle continuidad a la iniciativa sanjuanina. “Creemos que aún hay muchos recursos para aprovechar”, afirmó.
En 2009, recordó, el complejo comenzó a producir a nivel comercial con una vida útil prevista de siete años. “De haberse cumplido esa estimación, Gualcamayo debería haber cerrado en 2016. Sin embargo, seguimos explorando y ampliando el horizonte de reservas, a partir de 2013 pusimos en marcha la explotación subterránea”, explicó.
El vigente Plan de Cierre, precisó, es una formalidad requerida en la actualización del Informe de Impacto Ambiental que la empresa debe presentar cada dos años. “Cumplimos con lo estipulado por la legislación al contemplar las variables del peor de los escenarios posibles, pero no estamos pensando realmente en cerrar, sino que trabajamos fuertemente para extender la vida de la mina”, diferenció el directivo.
Por estos días se desempeñan unas 600 personas en el proyecto, que produce lingotes conformados en un 90% por oro, en un 6% por plata y en el restante 4% por impurezas. “Obviamente, al agotarse de manera progresiva la extracción a cielo abierto y aumentar la dependencia de la explotación subterránea, los volúmenes producidos fueron bajando año a año. Mientras que en 2015 explotábamos cerca de 180.000 onzas de oro, en 2016 pasamos a unas 167.000 y en 2017 a 154.000 onzas. Para este año, en tanto, esperamos obtener unas 110.000 onzas”, anticipó Agulles.
Como es lógico, apuntó, el número de operarios también se fue reduciendo acorde con la nueva estructura de trabajo. “Pero debe considerarse que la factibilidad inicial del emprendimiento determinaba que debía darle empleo a 450 personas, y la dotación de personal tuvo un promedio superior a los 900 trabajadores”, detalló.
Carbonatos profundos
El último hallazgo de consideración en Gualcamayo es el de un cuerpo mineralizado situado debajo de Quebrada del Diablo Bajo Oeste, la mina subterránea que está actualmente en producción. “Este cuerpo albergaría al menos 1,5 millones de onzas de carbonatos profundos. Lo desafiante es que su extracción tornaría necesaria una nueva planta de molienda y flotación, ya que la que tenemos es sólo para trituración y lixiviación de oxidado”, indicó Agulles.
A fin de concretar esa adición de capacidad de procesamiento, Yamana no descarta la posibilidad de incorporar un socio estratégico a la propuesta. La inversión necesaria sería de entre u$s 300 y 400 millones.
Por otro lado, la empresa negó de plano estar destinando recursos de Gualcamayo a la apertura de Cerro Moro, en Santa Cruz. A decir de Agulles, esa mina se está construyendo con financiamiento externo. “Estamos claramente abocados a mantener Gualcamayo en producción”, ratificó. ›|‹
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