La petrolera renacionalizada actuará como trader de las cargas de gas licuado. A fines de noviembre, aún no se había contratado ningún buque para 2013.
El directorio de Enarsa, que preside Exequiel Espinosa, suscribió, durante la primera semana de noviembre, el contrato que designa a YPF como trader encargado de la importación de gas natural ligado (LNG, según su sigla en inglés). Enarsa pagará un fee (comisión) a la petrolera que dirige Miguel Galuccio por el servicio de contratación de buques metaneros y compra del combustible, aunque seguirá estando a cargo de solventar económicamente las contrataciones.
La empresa estatal venía encargándose de la adquisición de LNG desde 2008, cuando se empezaron a traer las primeras cargas a la terminal de Bahía Blanca. La operación funcionaba bajo la órbita de Nilda Minutti, ex gerente de Comercialización de LNG, que a principios de mes dejó su puesto –desgastada por las internas entre el Ministerio de Planificación, que respalda a Espinosa, y el de Economía, que responde al viceministro Axel Kicillof– y se incorporó a la gestión de Gas & Petróleo de Neuquén, la petrolera provincial.
La decisión de delegar en YPF la importación –impulsada por Kicillof tras la renacionalización– pretende transparentar una operación que le cuesta al Estado más de u$s 3.000 millones por año. En rigor, en los primeros nueve meses del año, Enarsa desembolsó u$s 2.206,5 millones para adquirir 3.799,8 millones de metros cúbicos (MMm3) de LNG, según datos de la Secretaría de Energía, que dirige Daniel Cameron.
El desafío, en este momento, consiste en reconstruir el equipo encargado de las contrataciones del LNG, que se desarmó tras la salida de Repsol. La española –especializada en el trader de gas a nivel mundial– había formado a seis profesionales argentinos para encarar esa tarea, de los cuales sólo quedan dos. El resto buscó nuevos destinos laborales en el exterior después de la renacionalización, según pudo saber El Inversor Online.
Con premura, David Tezanos, director de Gas y Energía de YPF, trabaja contra reloj para conformar un nuevo equipo y encarar la licitación de las compras de las cargas de LNG para 2013. Es que, a poco más de un mes para que arranque el año próximo, aún no se compraron los buques para enero y febrero. No será una tarea sencilla.
Contra reloj
“Repsol es reconocida como trader de LNG a nivel mundial. Había formado a un grupo de seis profesionales argentinos que se abocaban a la importación de líquidos, aunque tenían un conocimiento general del mercado de combustibles”, explicó el gerente de Comercialización de Gas de una petrolera. “Pero después de la renacionalización, la mayoría de los profesionales buscó nuevos destinos laborales”, agregó.
La compra de LNG es uno de los grandes lastres de la balanza de pagos argentina. El combustible es mucho más oneroso que el producido en los yacimientos locales, e incluso que el que se trae de Bolivia. El LNG promedia los u$s 16 por millón de BTU, contra los u$s 10,70 que cuesta el gas del país del Altiplano y los u$s 2,50 que reciben los productores domésticos.
“El mercado mundial está muy comprimido, porque Japón y varios países de Asia siguen demandando LNG. De hecho, el 70% de la oferta de gas licuado se comercializa en el Pacífico. Por eso, es clave asegurar cuanto antes el suministro argentino”, explicaron desde una comercializadora.
YPF deberá, en esa dirección, agilizar los tiempos. A fines de noviembre, aún no había licitado la importación de cargas para 2013. A esta altura del año pasado, en cambio, ya se había asegurado los buques para los primeros seis meses de 2012. En Enarsa había proyectado para el año entrante la adquisición de cerca de 80 barcos de LNG.