El plan exploratorio de la empresa estatal contempla la concreción, a partir del año próximo, de 1.400 kilómetros de líneas sísmicas. La idea es perforar un pozo de estudio de 4.500 metros.
Un grupo de técnicos de YPF acaba de delimitar las dos grandes zonas donde la petrolera estatal buscará recursos hidrocarburíferos dentro de Entre Ríos: Paraná, por un lado, y Federación (incluyendo parte de Concordia), por otro.
Las exploraciones, que comenzarán el año que viene, incluirán la realización de una serie de muestreos de superficie, unos 1.400 kilómetros de líneas sísmicas 2D sobre trazas existentes y –eventualmente– la perforación de un pozo de 4.500 metros. “Durante dichas labores, no se atravesará ninguna propiedad privada”, destacó el secretario de Energía entrerriano, Raúl Arroyo.
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Según sus palabras, los análisis sísmicos de YPF se efectuarán mediante un avanzado sistema de golpes en la superficie y sensores que mandarán respuestas desde el subsuelo. “Además de evaluar esa información, la compañía aprovechará todos los estudios realizados desde 2010 hasta la fecha”, agregó.
Consultado por este medio, Jorge Tomas, director de Minería de Entre Ríos, reivindicó el rol de la empresa recuperada por el Estado nacional para desarrollar un plan exploratorio impensado desde una lógica privada. “Debe tenerse en cuenta que el riesgo es muy alto, más allá de que se estima que la cuenca Chaco-Paranaense –que incluye nuestro territorio– tiene cierto potencial hidrocarburífero. Lo concreto es que nadie sabe qué tipos de hidrocarburos albergaría nuestro suelo: podrían ser tanto líquidos como gaseosos, y tanto convencionales como no convencionales”, indicó el funcionario.
En cuanto a la delimitación de zonas, explicó que si se dividiera a Entre Ríos en cuatro, los bloques elegidos serían los del noreste y el sudoeste. “Ambas áreas son las de mayor profundidad. Una abarca el departamento de Federación y parte de Concordia, mientras que la otra contiene al departamento de Paraná y a parte de Villaguay”, diferenció.
Cuidado ambiental
De acuerdo con Tomas, ninguna de las actividades previstas por YPF atañe riesgos de impactos negativos a nivel ambiental. “Se respetará puntillosamente la legislación de la provincia. El Decreto 4.977, por caso, dispone que antes de cualquier tipo de emprendimiento debe efectuarse un dictamen ambiental del organismo competente”, remarcó.
En el ámbito hidrocarburífero, aseguró que se trabajará siempre junto con universidades y organismos dedicados a velar por el cuidado del medio ambiente. “Se pondrá el mismo empeño con el que hacemos cumplir las exigencias legales que pesan sobre la actividad minera”, aseveró.
La provincia gobernada por Sergio Uribarri es prácticamente virgen en materia petrolera, tal es así que no tenía sancionada una Ley de Hidrocarburos hasta hace dos años. Asimismo, la única experiencia exploratoria se registró hace medio siglo: fue en 1962, en El Pueblito, a pocos kilómetros de Nogoyá.
No obstante, existe la fuerte presunción de que en un segmento entrerriano de la cuenca Chaco-Paranaense existirían recursos no convencionales. Según un informe de YPF –que elaboró un equipo integrado por los expertos Ricardo Manoni, María Emilia Reinante, Gustavo Olivieri y Luis Cabanillas–, los hipotéticos sistemas petroleros de Entre Ríos se reunirían en función de la combinación de eventos depositados durante el Período Paleozoico.
Una de las principales hipótesis del trabajo –confeccionado a partir de relevamientos en aguas termales de Federación, Concordia, Villa Elisa, Villaguay, Basavilbaso, María Grande y Diamante– es que podrían hallarse reservas de petróleo liviano –casi gaseoso– a mucha profundidad; es decir, no antes de los 3.500 metros. Ocurre que la región fue invadida por el mar en el Período Devónico (existen rastros de la presencia de fauna marina que lo confirman), condición esencial para la formación de hidrocarburos.