Procesará el shale oil proveniente de Loma Campana
La petrolera reestatizada está construyendo una planta de tratamiento de shale oil en las afueras de Añelo. Podrá procesar 10.000 m3/d de petróleo y estará lista a mediados de 2016.
En las afueras de Añelo, cerca del control sanitario ubicado en la Ruta 7, la constructora AESA (ex Astra Evangelista), una de las subsidiarias de YPF, está construyendo la primera planta de tratamiento de gran envergadura de petróleo no convencional de la Argentina. Es, en la práctica, el mayor proyecto en superficie de la petrolera reestatizada. Permitirá tratar alrededor de 10.000 metros cúbicos diarios (m3/d) del shale oil que se extrae de Vaca Muerta.
El proyecto involucra una inversión de alrededor de u$s 180 millones y estará listo para el año que viene. Así lo indicaron a El Inversor Energético & Minero fuentes cercanas a la compañía. “Hasta ahora se habían instalado varias plantas Easy Production Facilities (EPC), que permiten manipular y acopiar el petróleo en una fase inicial. Este emprendimiento tiene un alcance mucho mayor”, precisaron.
Esta planta de tratamiento recibirá, en una primera etapa, el shale oil proveniente de Loma Campana, el primer desarrollo a escala comercial de Vaca Muerta que YPF comparte con Chevron. La producción del área ronda los 41.000 barriles de petróleo equivalente por día (boe/d), de los cuales alrededor de 23.000 barriles son de petróleo. En concreto, es la primera vez que una empresa encara la instalación de una planta de tratamiento orientada específicamente a la producción no convencional de hidrocarburos.
“El emprendimiento está pensado a largo plazo. Si bien en una primera etapa recibirá el crudo de Loma Campana, luego irá ampliando su alcance”, explicaron allegados a YPF. En forma complementaria al tratamiento de petróleo a partir de un proceso separación primaria de sólidos y líquidos, la planta será clave para stockear hidrocarburos. “El tiempo de residencia en instalaciones de acopio es en sí mismo una forma de tratar el petróleo porque, por su propia densidad, las partículas sólidas se separan de las líquidas”, explicaron fuentes del mercado.
Ralentización
Si bien la abrupta baja del petróleo internacional –cuyo efecto negativo se vio morigerado por la decisión del Gobierno de mantener el importe interno del barril por encima de la media mundial– es un desafío adicional a la explotación de Vaca Muerta, la compañía que preside Miguel Galuccio intenta mantener el ritmo de inversiones en Neuquén. “Los proyectos que estaban lanzados, como la construcción de ductos y la planta de tratamiento, siguen adelante. Sí se está demorando la adjudicación de nuevos proyectos”, coincidieron en el sector de servicios petroleros.
La enorme mayoría de la producción de shale oil proviene de Loma Campana, donde YPF opera más de 23.000 bbl/día de crudo de arcillas. La cifra no alcanza todavía a incidir de manera significativa en el plano nacional: la extracción no convencional representa apenas un 4% de la oferta total de crudo de la Argentina, que ronda los 550.000 bbl/día. Pero el shale sí deja una huella importante en materia de actividad e inversión. En Neuquén se desembolsaron en Vaca Muerta más de u$s 3.500 millones en los últimos dos años, un 50% de la inversión total recibida por la provincia.
La magnitud del despliegue generado por Vaca Muerta también queda reflejada en la cantidad de equipos activos: el shale emplea alrededor de 30 equipos de perforación de un parque total de 54 unidades operativas en Neuquén. ›|‹