Las grandes compañías argentinas redujeron hasta la mitad sus costos para financiarse en el exterior y ostentan, a esta altura, rendimientos tan bajos que en muchos casos se ubican algo por debajo de los que tiene que afrontar el Gobierno nacional. La mejora está relacionada con la fuerte demanda que todavía se percibe por los títulos argentinos en el exterior, que hace subir sus precios y bajar sus retornos. Empresas como Arcor, Aeropuertos y Pan American Energy redujeron este año entre 250 y 400 puntos básicos las tasas de interés que pagan por su deuda en dólares. El efecto se sintió puntualmente a partir del 10 de diciembre, tras el cambio de gestión. Y representa una baja en el costo de capital que deben afrontar las empresas locales, que repercute directamente en sus márgenes de rentabilidad y en sus incentivos al momento de tomar decisiones de inversión. En estos días, los bonos corporativos más negociados, que fueron emitidos a plazos de entre 3 y 5 años, rinden desde 3,6% a 7,2% anual. Las empresas con menor riesgo son la petrolera estatal YPF, la alimenticia Arcor y la energética PAE. Ayer se refirió a esto, precisamente, el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, durante un evento en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, tras ser consultado sobre cómo era posible que se contemplara una mejora salarial en 2017 en un contexto de menor inflación. «Ha habido un cambio muy dramático en el acceso al financiamiento. Hoy un bono de YPF rinde sólo 3,6% anual; y uno de Arcor al 2023, sólo 4,61% anual», recordó, y explicó que, a partir de esta reducción en el costo de capital, las empresas privadas deberían contar con un mayor margen para incrementar los salarios y el empleo. Con todo, el rendimiento de los bonos soberanos está todavía fuertemente correlacionado con el riesgo argentino, y podría ser sensiblemente menor en un contexto en que el Tesoro redujera el déficit fiscal y mejorara las perspectivas sobre la sustentabilidad del crecimiento. Fuente: Ámbito Financiero.
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