La petrolera de bandera nacional sufrió la desconfianza de los inversores con la Argentina. El default, los riesgos cambiarios y la caída del crudo también la afectaron. Según El Cronista, YPF, la petrolera con capitales del Estado, no pudo despegarse del riesgo de Argentina. El default, la caída del petróleo y la escasez de divisas local llevaron a los inversores a pedir tasas por encima del 9%, por lo que YPF sólo convalidó la suscripción de u$s 500 millones a 8,5% a 2018 y 8,95% a 2024. La empresa buscaba u$s 750 millones a través de la reapertura de las emisiones de los bonos clase XXVI y clase XXVIII en el mercado internacional. Consiguió u$s 175 millones con una duration de 3,18 años y u$s 325 millones con un plazo de 5,59 años, respectivamente. De esta manera, por el bono a 2018 habrá en circulación u$s 761,6 millones y a 2024 u$s 1.325 millones. Con estos u$s 500 millones sumados a las emisiones que hará mañana “$ 1.000 millones atados a la Badlar (computable en el inciso k) y $ 1.200 millones, a tasa fija y variable”, la empresa casi llega a los u$s 5.000 millones que tenía autorizado por asamblea de accionistas para endeudarse. Hoy, a las 11, solicitará una ampliación de u$s 3.000 millones adicionales. «Si bien la demanda fue más alta que el máximo al que estábamos autorizados a emitir, decidimos tomar el monto que mejor combina costo financiero y plazo, consistente con nuestra seria estrategia de financiación. Finalmente la transacción estuvo casi dos veces sobresuscripta», señaló Daniel González, CFO de YPF, en un comunicado.