Daniel González, la mayor autoridad financiera de la estatizada YPF, pasó casi todo el día de ayer con una sonrisa en la cara. Casi en silencio, había lanzado el viernes pasado una colocación de obligaciones negociables (ON) que apuntaba a captar fondos de inversores externos. Después de cinco días, tuvo los resultados sobre su escritorio: por primera vez en 15 años, la petrolera volvió a financiarse en el mercado internacional con la venta de bonos por US$ 150 millones, a una tasa de 7,75% a cinco años.
Con la misma operación, González puso en su vitrina otro lauro: en un contexto de descreimiento del mercado internacional hacia la Argentina, la expedición financiera de YPF fue la primera de su clase de una empresa local en el último año y medio.
«Estamos haciendo exactamente lo que dijimos hace un año, cuando anunciamos el plan estratégico: nuestro programa de inversiones se financia con la reinversión de las utilidades del negocio, con endeudamiento en los mercados local e internacional, y con socios estratégicos, como Chevron y Dow», explicó a La Nación el CFO de YPF.
De acuerdo con los números de la petrolera, la empresa tiene US$ 1200 millones de liquidez, por lo que sus necesidades financieras del año están cubiertas. Una parte sustancial de los fondos para este año fueron cubiertos por el acuerdo con Chevron, que activó un depósito de US$ 300 millones a favor de la petrolera estatizada cuando la Legislatura de Neuquén aprobó la extensión de la concesión en la formación Vaca Muerta.
Es un aporte para el colchón del año próximo. Y el monto que obtuvo en el exterior es mínimo en comparación con los US$ 5500 millones de inversión que prometió para este año. En la mirada de la mesa chica de conducción de la petrolera, en cambio, la colocación en el exterior fue como atreverse a poner «el primer pie en el agua», tal como definieron en sus oficinas. En otros términos: mostrar que la empresa está dispuesta y en condiciones de tomar deuda en el exterior a través de los mayores bancos del rubro, como el Citi y el HSBC, que estuvieron a cargo, para recuperar una parte del «prestigio» que perdió tras la estatización.
González y su equipo comenzaron a trabajar de lleno en la colocación hace aproximadamente 45 días. En la práctica, fue la culminación de una intención que había nacido mucho antes. Durante meses, el equipo de YPF tomó contacto personalmente con posibles inversores. Cuando la oferta estuvo lista, levantaron el teléfono y los invitaron. La mayoría de los compradores tienen sede en Estados Unidos. Eso evitó que la empresa hiciera un road show.
La empresa comunicó el resultado de la colocación, que se hará efectiva el 3 de octubre, ayer por la tarde a través de la Comisión Nacional de Valores (CNV). Los inversores cobrarán intereses trimestrales por período vencido. Los títulos vencerán el 15 de agosto de 2018. El capital de las ON será amortizado en diecisiete (17) cuotas trimestrales iguales y consecutivas a partir del 15 de agosto de 2014.